Con el Deportivo 'casi' salvado es tiempo de reflexión en el club. No comparte el vestuario el pensar en el mañana ya que, matemáticamente, todavía no se puede celebrar el que se haya cumplido el objetivo. Pero en los despachos siempre se trabaja.
Decía Pepe Mel el miércoles que es necesario tener 'un vestuario' y que posiblemente en los últimos tiempos la calidad individual no se ha visto transmitida al bloque. Es una de las claves para entender que el equipo no haya sacado adelante partidos en los que, al menos, mereció un honroso empate.
El talento de los futbolistas es clave. Es evidente. Con once jugadores de Segunda División no puedes competir en Primera. Pero los equipos, los bloques, suelen conseguir sus objetivos en base precisamente a eso. Cuando de once fallan dos o tres se nota menos si el resto de los compañeros están listos y dispuestos para subsanar los errores individuales.
Vestuario, compromiso, colectivo, unidad, objetivos compartidos, solidaridad... Son las claves para triunfar
En este curso hemos visto en no pocas ocasiones cómo fallos puntuales que no se subsanaban en colectivo significaban goles que, para colmo de los aficionados 'se veían venir'. Mel tiene toda la razón. Es necesario empezar de cero de nuevo, construir un bloque. Los jugadores son egoístas, es lógico, y primero piensan en ellos. Para pensar en todos ya está el entrenador. Es su papel. Pero ese egoísmo particular puede sumar si se trabaja en la misma dirección, con la misma idea general.
Lo bueno, porque si no somos optimistas, 'apaga y vámonos', es que tanto la dirección deportiva como el técnico saben donde están los males y tienen las armas suficientes para enmendarlos de cara a la temporada que viene. No siempre la permanencia estará tan 'barata' y para conseguirla habrá que hacer mucho más. Y eso solo se logra de una manera, como en todas las empresas, familias, o bandas de Rock and Roll. Vestuario, equipo, colectivo, unidad, objetivos compartidos, solidaridad... Y a triunfar.
