Bienvenidos a 2018 y bienvenidos a la cruda realidad. Nos gustaría que en el primer periódico del año las páginas contasen que el Depor va de coña, que los números son buenos, que las referencias pasadas dan tranquilidad al entorno y que todo va a salir bien.
Pero la verdad es que arrancamos haciendo hincapié en la ‘cuesta de enero’ que tendrá el equipo, en que las segundas vueltas pasadas no son como para confiarse, o con las potentes, duras y claras declaraciones de la presidenta de la Federación de Peñas, Tania Gómez, que nota al deportivismo cansado de lo que denomina “faltas de respeto hacia la afición y al escudo”.
Es evidente que hay que coger ‘el toro por los cuernos’ y ‘reconducir’ el club a nivel deportivo, que es donde se falla.
Y hay que hacerlo desde ‘ya’. Reforzando las estructuras en la medida de lo posible para que se pueda acertar más en los fichajes, buscando un proyecto que no sufra tantos bandazos, incorporando a nuevos jugadores para dar un nuevo aire a la plantilla y, cuando esto acabe, esperemos que en Primera, haciendo balance y autocrítica para no cometer los mismos errores. Se acabó el champán y los turrones. No hubo regalo de Papá Noel y no esperamos mucho por Reyes. Toca realidad. Apretar y sudar. Que tomen nota los que la tienen que tomar y actúen en consecuencia.
