Se armó la mundial. El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, volvió a demostrar de la peor manera posible que él y el poder de su entidad están por encima del resto de los intereses del fútbol español.
El Real Madrid rompió la armonía que reinaba en el seno de la selección española, a 48 horas antes de iniciarse el Campeonato del Mundo en Rusia, con el anuncio de la contratación de Julen Lopetegui como sustituto de Zinedine Zidane al frente del equipo del Santiago Benabéu.
Julen Lopetegui estaba dispuesto a cumplir con el combinado nacional hasta el término del Mundial de Rusia 2018, peros e topó con el recién estrenado presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, que demostró no deber ningún favor al poderoso Real Madrid y puso al técnico literalmente en la calle. Así de tajante, porque entiende el máximo mandatario federativo, que la selección de España no se merece: “La Federación tiene una obligación, la selección es el equipo de todos los españoles y el seleccionador es trabajador de la Federación”, dijo.
Otra forma de actuar
La de Rubiales fue una decisión drástica. Trató de hablar con el presidente del Real Madrid, pero fue imposible. Así que, a la vista de que el ya exseleccionador, iba a estar pendiente del equipo que lo ficha y de la selección, la Federación zanjó la cuestión, así que lo sustituyó por Fernando Hierro.
El fútbol español necesita seguir regenerándose y romper amarras de los clubes más potentes de la Liga española y la Federación acaba de marcar el camino.
Flaco favor le hizo Florentino Pérez a la imagen de su entidad, tachado de “club señor” antaño. El daño hecho a la selección se verá pronto.
