“Los primeros días fallábamos con una sonrisa en la cara”
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“Los primeros días fallábamos con una sonrisa en la cara”

“Los primeros días fallábamos con una sonrisa en la cara”
Las hermanas Sánchez Alayeto, Majo y Mapi, exnúmeros 1 de la clasificación del World Padel Tour, posan durante una entrevista concedida en Madrid, en la que han señalado que los primeros días de entrenamientos, tras volv

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La hermanas Majo y Mapi Sánchez Alayeto, exnúmeros 1 de la clasificación del World Padel Tour, han señalado que los primeros días de entrenamientos, tras volver el pasado lunes al trabajo en pista después de la crisis de coronavirus, fallaban sus golpes “con una sonrisa en la cara”.

“El lunes, el primero, fue el peor día porque lo hicimos de forma individual y las sensaciones fueron raras pero poco a poco todo ha ido a mejor. Fallábamos pero estábamos contentas de poder estar dentro de una pista”, ha explicado Majo en declaraciones a EFE.

Su hermana gemela Mapi señala a este respecto que fallaban más de lo normal pero que estaban contentas: “la palabra era felicidad. Somos muy exigentes y críticas con nosotras mismas porque buscamos la perfección y no nos gusta el error pero estábamos felices y hasta se nos hacía raro, tal y como somos nosotras sobre la pista”.

Sobre este aspecto ha apostillado que hay que valorar todo “mucho más”, visto lo que ha ocurrido con la pandemia y que se deben disfrutar estos momentos y tomárselos “de otra manera”.

“Entrenamos para superarnos y buscamos la mejoría y pasados unos días supongo que nos exigiremos un poco más”, ha asegurado.
Ambas han coincidido también en que el confinamiento que ha sufrido el país lo han llevado relativamente bien aunque el paso de los días hace mella en la moral por no poder entrenarse y que finalmente se volvió “pesado” pues, al fin y al cabo, son profesionales y esa es su ocupación.

“El trabajo mental ha sido importante. Hemos tratado de entrenar la mente y de vernos en competición”, ha desvelado.

Problemas físicos
A este respecto, Majo señala que dentro de los problemas para poder mantener la forma física, el hecho de haber contado con casa con terraza, algo que les ocurre a ambas hermanas, ha permitido a las dos pelotear contra la pared aunque, evidentemente, “no es lo mismo que estar en una pista”.

De lo que está contenta es de que el padel es un deporte “más agradecido que el tenis” en el sentido de que se pierde menos toque cuando no se juega.

Sobre la vuelta a la competición, que podría ser a finales del mes de junio, indica que los jugadores han hablado con los dirigentes del World Padel Tour y les han manifestado que tienen ganas de empezar pero que debe haber un tiempo de entrenamiento para prevenir lesiones futuras. “Hay que ir poco a poco, con cabeza y sensatez”, ha añadido.

Majo piensa que por lo ocurrido con la COVID-19, la temporada, de la que solo se ha disputado un torneo hasta la fecha, va a ser “rara”.
Con respecto a sus opciones de recuperar el número uno de la clasificación mundial ambas hermanas han coincidido en que tratan de ganar en los torneos en que participan pero que no es algo que tengan “entre ceja y ceja”.

“Es meterse una presión que no merece la pena porque se pasa peor y la presión añadida no sirve. Debemos centrarnos en hacer bien las cosas y si jugamos bien es difícil que nos ganen. Los resultados vendrán y podremos escalar en la clasificación. Lo perseguimos pero no como algo prioritario, no es una obsesión. El objetivo es volver a recuperar el juego y las sensaciones y que Mapi recupere el ritmo de competición tras la operación de su hombro el pasado año”, ha resaltado.

Con las ideas claras
Por su parte, Mapi ha coincidido en el planteamiento de su hermana a este respecto y ha añadido que buscan ganar pero que no es algo que les obsesione sino que prefieren el trabajo “día a día” y tener “la conciencia tranquila” porque si alguien queda satisfecho de sus entrenamientos los resultados acaban por llegar.

Mapi dice estar trabajando “con precaución” en la vuelta a los entrenamientos en pista tras la intervención quirúrgica que sufrió el año pasado pero que no ha tenido miedo de que le diera problemas.

“Estoy con más confianza que antes porque me lo he notado bien y tengo buenas sensaciones. Tras la operación tenía temor y ahora no, pero de todas maneras estamos haciendo un trabajo progresivo para no sobrecargarlo mucho”, ha resaltado.

Igualmente ha apuntado que con su hermana forman una pareja “diesel” en cuanto al crecimiento deportivo durante cada temporada y que “casi nunca” comienzan venciendo pero que ahora tienen muchas ganas de levantar el primer torneo que disputen.

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