Fernando Alonso (McLaren-Renault) aseguró ayer que no espera ningún “cambio radical” en el rendimiento de su monoplaza para el Gran Premio de Azerbaiyán, que se celebra el próximo domingo en el circuito urbano de Bakú.
“Sabemos cuáles son nuestras limitaciones y dónde tenemos que mejorar nuestro paquete y, aunque llevemos piezas nuevas a todas las carreras, no esperamos un cambio radical en nuestro rendimiento en Bakú”, aseguró el piloto asturiano en declaraciones difundidas por su escudería.
El doble campeón del mundo de Fórmula Uno (2005 y 2006 con Renault) espera “maximizar” las opciones de su monoplaza para “conseguir todos los puntos posibles”, en una temporada en la que ha puntuado en las tres carreras hasta ahora disputadas, con un quinto (Australia) y dos séptimos (China y Baréin) lugares, que le colocan en la sexta posición del Mundial con 22 puntos.
El piloto de McLaren recordó que la carrera del año pasado, en la que acabó noveno y consiguió los primeros puntos del año después de haber salido desde el decimonoveno lugar de la parrilla, fue “memorable”, en “un gran premio loco” en el que hubo muchos incidentes y espera “repetirlo este fin de semana”.
“Aunque lleve poco tiempo en el calendario, este circuito tiene muy buena fama entre los pilotos. Es el trazado urbano más rápido del año y también uno de los más largos, así que es bastante exigente para el coche y el piloto, pero eso forma parte de su reclamo”, finalizó Alonso.
Éric Boullier, jefe de equipo de la escudería de Woking, se manifestó en la misma línea que el piloto español: “Es un circuito en el que los problemas y la acción parece que se han convertido en algo normal, la estrategia será clave”.
