Al igual que en la primera jornada ante el Barça, el Obradoiro plantó cara a un grande, pero acabó doblando la rodilla, en esta ocasión ante el vigente campeón liguero, que con un parcial de 0-12 en el tramo final, pilotado por Llull y Rudy, se mantiene invicto y líder en solitario.
Hasta llegar a ese desenlace, donde los Pablo Laso tiraron del gen del campeón, los de Moncho Fernández mandaron en el primer cuarto ante un rival con más rotaciones de lo habitual. Un ejemplo, la titularidad y los 29 minutos –tope del equipo blanco– que jugó el adolescente Usman Garuba, que cerró el duelo con 13 rebotes, siete de ellos en ataque.
La felicidad local empezó a torcerse en el segundo periodo, donde la segunda unidad visitante, liderada por Laprovittola (12 puntos en esta fase), pasó por encima de la local para mandar el duelo al descanso con 57-65 en el marcador.
La inercia se mantuvo en el tercer acto, donde Kravic y Daum evitaron el demarraje del campeón. Un parcial de 11-2 entre el final de este periodo y el inicio del último devolvió al Obradoiro al partido. Tanto que incluso llegó a recuperar la delantera (73-71), tras un triple de Brodziansky.
Pero en ese instante el Madrid resucitó su mejor versión. Una marcha más en defensa, dos triples y dos canastas de dos encadenadas para mandar a la lona a un conjunto compostelano nuevamente muy digno ante un grande.
