Croacia ya tiene dos Ensaladeras, después de que el equipo encabezado por Marin Cilic, sólidamente respaldado por Borna Coric, arrasara en la final a Francia en el estadio Pierre Mauroy de Lille y alzara el último título que se disputará en su formato clásico creado en 1900.
Cilic, Nº7 de la ATP, dio el 3-1 definitivo (el quinto partido no se jugó) para el paaís balcánico al superar por 7-6(3), 6-3 y 6-3 a Lucas Pouille.
Los croatas impusieron su rango, muy superiores en la clasificación mundial, y salvo el borrón del dobles, firmaron sobre la tierra batida bajo techo que de Lille que el capitán francés, Yannick Noah, había previsto como principal arma de lo suyos, una actuación perfecta, sin perder un set ni ceder una vez su servicio.
Demasiado poco para una nación que aspiraba a renovar el título y que se coló en la final pese a la mala temporada que están firmando sus tenistas, beneficiándose de la baja de estrellas de sus rivales en los turnos previos.
Contra Croacia, el grupo de Noah se encontró con dos figuras de peso (Cilic y Borna Coric, Nº18 mundial), que no les dieron ninguna opción.
Cilic y Coric dieron a su país, de apenas cuatro millones de habitantes, un trofeo prestigioso, al tiempo que se tomaron la revancha de la final del pasado Mundial de fútbol, que perdieron frente a Francia.
El año próximo se estrenará la nueva fórmula adoptada por la Federación Internacional (ITF), que se decidirá en una fase final en Madrid.