La vuelta de las ausencias
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La vuelta de las ausencias

La vuelta de las ausencias
21 septiembre 2018 MAÑÓN (LA CORUÑA), 06/09/2018.- El director general de La Vuelta, Javier Guillén, se dispone a dar la salida de la 12ª etapa de La Vuelta 2018. EFE/ Manuel Bruque

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La Vuelta no es la carrera más original, impredecible y espectacular, aunque Javier Guillén diga lo contrario. Es la tercera grande del calendario y está uno o dos escalones por debajo del Tour y el Giro por historia, recorrido y participación.

La 74.ª edición, que arranca hoy con una contrarreloj en las Salinas de Torrevieja y terminará en Madrid el domingo 15 de septiembre, está marcada por las ausencias y una participación de segunda fila.

No están los dos últimos ganadores, Yates (2018) ni Froome (2017); tampoco el vencedor del Tour, Bernal, ni el del Giro, Carapaz, baja de última hora.

El ecuatoriano, que dejará Movistar por una millonaria oferta del Ineos, se cayó el pasado domingo en un ‘criterium’ al que acudió sin el consentimiento de sus jefes, otra muesca más en la disparatada temporada del equipo español.

Sin Carapaz, el gran favorito es Roglic, tercero en el Giro y que se dice listo para ganar su primera ronda de tres semanas. En la montaña estará acompañado por un equipazo, incluido Kruijswijk, el único de los seis primeros del último Tour que tomará la salida.

El Jumbo-Visma del exsaltador de esquí tendrá una dura competencia en el Astana y el Movistar, los otros dos bloques más potentes del pelotón ante la renuncia del Ineos a presentarse con alguno de sus líderes.

Superman López, que ya se subió al podio la pasada edición (3°), liderará el conjunto kazajo, secundado por Fuglsang, que ya ha dicho que no estará en la lucha por la general, y el menor de los hermanos Izagirre, Ion, en busca de su techo en la Vuelta.

Ganador en 2016, Quintana disputará su última grande con Movistar antes de anunciar una salida que está cantada. A su lado estarán el incombustible Valverde, dorsal 1 y maillot arcoíris, y Soler, que parte por vez primera con galones de colíder.

Otro campeón, Aru, el de 2015, regresa a la Vuelta después de dos años lejos de aquel escalador que aspiraba a todo. Tras un Tour de menos a más, sueña con volver a pelear por las cotas más altas. Por si acaso, el Emirates ha alineado a Pogaçar, joven y descarado ganador del Porvenir en 2018.
Chaves, podio del Giro y la Vuelta en 2017, también busca reencontrarse con su mejor versión y aguarda hacerlo con un Mitchelton a su servicio ante la ausencia de los gemelos Simon y Adam Yates.

Como Pogaçar, otros jóvenes tratarán de lucirse en una Vuelta incierta: es el caso de Martínez, Higuita y Carthy, a priori lugartenientes de Urán en el Education First; de Geoghegan Hart, promesa británica del Ineos, sin presión y al abrigo de Poels y De la Cruz, o de Latour en el Ag2r y Padun en el Bahrain.

En la ronda española ofrecieron no hace mucho sus mejores prestaciones otros vueltómanos no tan jóvenes como Majka y Kelderman, que liderarán al Bora y al Sunweb en la última grande de la temporada.

Recorrido
Candidatos y ‘outsiders’, todos ellos tienen un perfil escalador, siempre necesario ante el recorrido de la Vuelta, con ocho llegadas en alto, repartidas entre muros imposibles y, sorpresa, varios puertos más largos y con pendientes de este mundo.

Tras la crono por escuadras hay tres jornadas para velocistas —ojo al duelo Bennett vs. Gaviria— antes de otras tres con llegada cuesta arriba en el Mediterráneo: el Observatorio de Javalambre (5.ª), largo y duro, el puerto de Ares (6.ª) y Mas de la Costa (7.ª), cortos y explosivos.

En la 9.ª etapa, justo antes del primer descanso, espera un bucle por los Pirineos de Andorra de solo 95km con cinco puertos y final el Cortals d’Encamp. Y en la décima, después del reposo, la única crono larga, de 36km en la localidad francesa de Pau. Dos días clave para la general.

La lucha por el maillot rojo se intensificará en Asturias con otras dos llegadas desconocidas: el Santuario del Acebo (15.ª), tras previo paso por el Connio y el Pozo de las Mujeres Muertas, y la Cubilla (16.ª), el Val Thorens español y con San Lorenzo y la Cobertoria como aperitivo.

Las sierras de Guadarrama (18.ª) y Gredos (20.ª) guardan dos encerronas de ciclismo clásico, no tan exigentes, pero con buenos encadenados y terreno para dar un vuelco a la carrera antes de llegar al Paseo de la Castellana madrileño el domingo 15 de septiembre.

La representación española está formada por 36 ciclistas, la más numerosa de las tres grandes vueltas del calendario, como de costumbre. Y eso solo se debe a una cuestión: tres de los cuatro equipos invitados son de la casa, Caja Rural, Euskadi Murias y Burgos BH. En el cuadro burgalés no ha sido seleccionado Dani López Parada, velocista coruñés y el único gallego que partía con opciones de participar en esta edición de La Vuelta.

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