Ni la más espectacular, ni la más emocionante, ni la más épica. La edición LIII del evento deportivo más seguido del planeta resultó ser, simplemente, la más legendaria. La que depositó a la doble B, Belichick & Brady en el Olimpo de la NFL.
El duelo entre dos de los cuatro equipos más anotadores del curso resultó ser una partida de ajedrez en la que el viejo Gran Maestro Belichik desquició al joven aspirante Sean McVay. Los Patriots jugaron a su antojo con el tiempo y el espacio, justo lo que le faltó a unos Rams casi privados, por molestias físicas, de su corredor estrella, Todd Gurley II, y atenazados por la inexperiencia: sus ocho primeras posesiones acabaron con punt, cinco de ellas tras sendos tres y fuera. Imposible moverse menos en un campo de 100 yardas de largo.
Cero inédito
Sí lo hicieron en el inicio Sony Michel, por tierra, y Julian Edelman, por aire. Aunque solo valió para disponer de dos field goals. Stephen Gostkowski erró el primero, de 46 yardas, y acertó con el segundo, de 42, para poner el exiguo 3-0 que cerró una primera mitad en la que el MVP sumó más yardas (93) que unos Rams (77) cuya única virtud fue frenar a los Pats en el tramo final del campo. Insuficiente para evitar que el equipo angelino se fuera con su marcador a cero al descanso por primera vez en los 35 partidos bajo la batuta de McVay.
La media hora larga de parón no varió el panorama. Los cuatro primeros drives, dos por equipo, concluyeron todos con punt. Y a la quinta fue la vencida para los Rams. Jared Goff soltó el brazo, cayeron tres primeros downs (uno más que en toda la primera parte), convirtieron, a la novena, su primer tercer down, pero un sack a Goff evitó algo más. Greg Zuerlein, desde 53 yardas, subió el 3-3 al marcador.
El último cuarto arrancó con dos punts más, el segundo de los Rams tras correr en tercera y 22, una muestra más de precaución/miedo. Pero en medio de esa calma tensa estalló la tormenta.
Veteranos de oro
Los tres veteranos de oro de los Pats se aliaron para romper el partido. Dos primeros downs logrados por Edelman y el decisivo, por cortesía de Rob Gronkowski, con un ‘catch’ sensacional, a dos yardas de la end zone, tras milimétrico pase de 29 yardas de Brady. La otra cara de la moneda, el rookie Sony Michel, depositó el oval en la tierra prometida (10-3), escribiendo así su propia historia.
Restaban siete minutos. Un mundo. Y el mundo se le vino encima a Goff. Después de convertir un complicado tercer down y acariciar el touchdown con un pase largo a Brandin Cooks, su siguiente envío fue interceptado por Stephon Gilmore. A partir de ahí, los Pats controlaron el reloj y sellaron su histórico sexto título con un FG de 41 yardas (13-3) a 80 segundos de la conclusión.
Los Rams quisieron morir con la cabeza alta y maquillando, pero el field goal final, de 48 yardas, errado, por muchísimo, por Zuerlein, resumió la impotencia del bisoño equipo angelino durante 60 minutos.
