El hielo frena a un volcán llamado Egan Bernal
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El hielo frena a un volcán llamado Egan Bernal

El hielo frena a un volcán llamado Egan Bernal
Tignes (France), 26/07/2019.- Colombia's Egan Bernal of team Ineos celebrates on the podium wearing the overall leader's yellow jersey following the 19th stage of the 106th edition of the Tour de France cycling race over 126.5km between Saint Jean de Maur

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Sólo una tormenta de granizo que destrozó la carretera en Val D’Isere, a 22 kilómetros de la meta de Tignes, pudo parar a Egan Bernal, quien marchaba desatado, solo, desde las pendientes del Iseran hacía el maillot amarillo del Tour.

La naturaleza detuvo el ataque demoledor del joven de 23 años, que reventó la etapa y el Tour en el coloso más alto de la presente edición, por cuya cima pasó volando con 59 segundos sobre un grupo con todos los hombres de la general menos el líder, Julian Alaphilippe, que lo hizo a 2:08.

En pleno descenso se encendieron las alarmas de seguridad. La carretera quedaba inutilizada por el granizo. La organización dio por terminada la decimonovena etapa, que empezó en Saint Jean de Maurienne y debía terminar en Tignes. Bernal, que no obtuvo el premio de la victoria de etapa, si se convertió en el nuevo maillot amarillo.

Pinot abandona
Se había formado ya la escapada del día, con 34 corredores, cuando se bajó de la bicicleta el francés Thibaut Pinot, quinto en la general a 1:50 del maillot amarillo. Llorando, dejó sus ilusiones en la cuneta, despidiéndose de una oportunidad única para haber tomado el relevo de Bernard Hinault, último galo que ganó el Tour, en 1985.

La desolación ya viajaba en el coche del equipo Groupama y la fuga seguía la marcha con el Ineos marcando el ritmo de caza. Delante había gente del top-10 como Valverde y Urán y las intenciones del equipo inglés se iban a reflejar en la fase de continuo ascenso que terminaba en la cima del Iseran, en el kilómetro 89.

En las pendientes del coloso de 2.770 metros de altitud  el Ineos se transformó en el Sky de años anteriores. Castroviejo desbrozó el grupo y el festival que marcará el Tour y tal vez la carrera profesional de Bernal empezó a seis kilómetros de la cima.

Un primer fogonazo poco consistente de su compañero Geraint Thomas se apagó para encender al huracán Bernal. Puro fuego. Inició un vuelo imparable que devoró la fuga, clavó a Alaphilippe y condenó a la persecución al último ganador del Tour, Landa, Kruijswijk y Buchmann, que pasaron por la cima a 1:05 del colombiano. 

Con la etapa lanzada, la naturaleza tomó cartas en el asunto. Un alud de nieve cayó sobre la carretera y la organización decidió para la carrera y darla por terminada con los tiempos establecidos en la cima del Iseran. Una granizada tremenda desfiguró la ruta. Restaban 22 kms para meta y los trozos de hielo caían del cielo con gran violencia.

El espectáculo de Bernal desatado, abriendo tal vez un nuevo periodo histórico, quedó cortado de raíz. El hielo detuvo al fuego. Una pena que no se pudiera ver en qué hubiera quedado su hazaña en Tignes, pero logró a pesar de todo el objetivo con el que había tomado la salida. Es el nuevo líder a falta de una etapa de ‘verdad’.

Todos a los coches. Alaphilippe con cara de pocos amigos, certificando un día negro para el ciclismo francés, que antes había perdido a Pinot. Y Bernal, sonriente, a 130 kms de ganar su primer Tour.

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