Lewis Hamilton y Mercedes prolongaron en Le Castellet su tiranía en el Mundial, ya que a la victoria en la carrera se añadió un nuevo doblete de la escudería alemana, el sexto en los ocho grandes premios disputados hasta la fecha.
Fue la sexta victoria de Hamilton y la cuarta consecutiva tras las logradas en España, Mónaco y Canadá y la recuperación de una hegemonía incontestable después de que en las dos últimas carreras Sebastian Vettel acabase en la segunda plaza.
El dominio de Hamilton fue tan abrumador que sacó 18 segundos a su compañero Valtteri Bottas, segundo ayer, a pesar de contar con el mismo monoplaza. Además, en Le Castellet cerca estuvo Ferrari de aguar la fiesta del doblete a Mercedes al sufrir una notable caída en el rendimiento de sus neumáticos el piloto finés en las dos últimas vueltas, de la que estuvo a punto de aprovecharse Charles Leclerc.
La carrera no tuvo historia alguna más que seguir aumentando la leyenda de Hamilton y sólo en las dos últimas vueltas se vio una alteración del orden de posiciones entre la séptima y la décima y una breve pero cerrada batalla por la segunda plaza entre Bottas y Leclerc.
Dominio abrumador
Tras la octava cita del Mundial el dominio de Hamilton es tan abrumador que ya acumula 187 puntos, 36 más que su compañero, mientras que el tercero, Vettel, está ya a 76 puntos del inglés.
Otro vencedor en Le Castellet fue la escudería McLaren, y especialmente Carlos Sainz, que acabó en la sexta plaza y solo superado por las tres escuderías dominantes de la clasificación de constructores.
La carrera del madrileño fue brillante y tras una fulgurante salida sólo cedió ante el empuje de un Ferrari que partía por detrás de él. El resto de la prueba fue un brillante ejercicio de control sobre su compañero y gestión de carrera para acabar en un notable sexto puesto.
Lando Norris, tras un gran fin de semana, se vio superado en la salida por Sainz y, tras mantenerse a la estela del español durante casi toda la carrera, unos problemas hidráulicos y una maniobra de Daniel Ricciardo le hicieron pasar del séptimo al décimo lugar en la penúltima vuelta.
Además, en Red Bull, solo Max Verstappen dio la talla al mantener la cuarta plaza de la parrilla sin problemas, mientras que su compañero, el cuestionado Pierre Gasly, acabó en la undécima posición.
Al margen de las pugnas de las dos últimas vueltas, el resto de la carrera apenas tuvo historia, más allá de la progresión de Lance Stroll, que acabó décimotercero tras arrancar décimoctavo. l
