El equipo de Salva Maldonado salió sin ningún complejo al OAKA y, bien dirigido por Hannah, se marchó de seis en el electrónico (6-12). Xavi Pascual pidió tiempo muerto y abroncó a sus jugadores, quienes reaccionaron y con un parcial de 8-0 y finalizaron el primer cuarto con una renta de siete puntos (21-14).
El cuadro insular empezó bien el segundo parcial, con cinco puntos consecutivos, pero de nuevo los locales tuvieron otra racha acertada, y con un 10-0 se fueron 29-19.
La entrada en pista de Lekavicius, Pappas y Thomas dio renovados bríos al conjunto heleno, cuyos jugadores hicieron estéril la presión defensiva del ‘Granca’, en ocasiones en toda la cancha, para irse al descanso con un cómodo 50-36.
En la reanudación, el Panathinaikos se sintió muy a gusto con la dirección y acierto de Langford, lo que unido al daño debajo del tablero del Gran Canaria que provocaba Lasme propició que los locales se fuesen de casi 20 puntos (66-48) mediado el tercer acto.
Las asistencias de Calathes impedían el acercamiento del conjunto isleño, que llegaba al último cuarto con una desventaja de 19 tantos (74-55) y con la impresión de que sería incapaz de lograr su segundo triunfo consecutivo en la máxima competición continental.
En el último periodo, Maldonado dio minutos a Tillie y Eriksson, quienes intentan alcanzar su mejor momento de forma tras salir de sendas lesiones, y la buena noticia vino de la mano del alero sueco, quien demostró tener de nuevo la muñeca caliente, al anotar tres triples consecutivos y acabar el encuentro con 15 puntos, los mismos que Evans.
Por su parte, el Panathinaikos cerró el choque con un contundente 102-87, que da muestras de que Gran Canaria deberá mejorar sensiblemente en defensa.