España renace por orgullo para jugar por las medallas
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España renace por orgullo para jugar por las medallas

España renace por orgullo  para jugar por las medallas
Queralt Casas, magnífica durante todo el partido, lideró el demoledor arranque de la selección española en el cuarto y decisivo periodo | Ramón de la Rocha

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 La selección española renació a base de orgullo, casta y trabajo para vencer a Canadá y clasificarse para semifinales de ‘su’ Mundial, y luchar así por las medallas.

El equipo español preparó lo cuartos de final con esmero. Su plan fue como dijo a medias el seleccionador, Lucas Mondelo, en la previa: cerrar en defensa para evitar los rebotes ofensivos de Canadá, una de sus principales fuentes de puntos; disminuir las pérdidas y atacar la canasta contraria lo más directamente posible.
Un triple de Torrens adelantó a España en el marcador inicialmente, pero las canadienses, aunque tardaron en reaccionar, consiguieron un 9-0 de parcial. El plan defensivo funcionó desde el inicio, pero en ataque las ideas no fluyeron y menos los puntos.

Las primeras luces de alarma se encendieron con el 14-6.  Pero la selección no perdió la fe y Mondelo siguió moviendo el banquillo buscando aire e inspiración. El primer cuarto acabó 16-13.

La vida en defensa
En la salida del segundo, las anfitrionas siguieron dejándose la vida en defensa, comenzaron a ver aro y lograron su primera ventaja (18-19). Canadá acusó el golpe y España,  tras un parcial de 0-10, se fue hasta un 18-23 prometedor. Al descanso, el plan funcionaba de maravilla (27-29). Que Nurse sólo llevara 6 puntos fue otro gran indicativo del buen trabajo español.

Canadá tomó el mando en el marcador fugazmente (36-35) y a partir de ahí, una fase de sucesivos empates. La lucha siguió y el tercer cuarto se cerró con  un apretado 50-47.


El plan inicial también incluía llegar al último periodo con opciones. A seis minutos para el final el 50-56 fue una promesa de gloria y el triple de Xargay (50-59) medio minuto después permitió casi tocar el cielo. Y cuando Cristiana Ouviña clavó otro lanzamiento desde el arco (50-62) fue el éxtasis.

Casas, enorme partido el suyo, elevó la renta con un lanzamiento a tabla (50-64), entreabriendo de par en par las puertas de la lucha por las medallas. El parcial de 0-19 en los primeros 8:16 del cuarto lo deja todo más claro. Un marcador Nurse ‘maquilló’ con una canasta cuando el duelo ya estaba finiquitado.

La selección española hizo el trabajo que se requería y se clasificó para semifinales. La anfitriona renació por su orgullo de campeona para luchar, una vez más, por las medallas. Su próximo es una Australia avasalladora. Pero a moral no hay quien gane a España.

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