La selección española se quedó prácticamente sin posibilidades de acceder a las semifinales del Mundial de Alemania y Dinamarca, al caer ante Francia en un choque en el que nunca logró encontrar la forma de contener el juego del equipo galo.
Un problema que no pudieron solucionar ni las sensacionales actuaciones del extremo Ferrán Solé, máximo anotador del partido, ni las paradas del recuperado –convocado el viernes por la lesión de Rodrigo Corrales– Arpad Sterbik, que con sus intervenciones hizo soñar con la remontada.
España nunca logró dotar a su juego de la solidez necesaria para tumbar al gigante galo. Cuando logró defender, fue la ofensiva la que falló, y cuando se aplicó en ataque, careció de la solidez defensiva necesaria.
“Ante Francia no podemos perder la paciencia en ataque”, recalcó el preparador español Jordi Ribera en las horas previas al partido.
Indicaciones que parecieron no surtir efecto, al menos al principio, entre sus jugadores, que se empeñaron en buscar antes de tiempo la conexión con el pivote, consiguiendo únicamente encadenar pérdidas de balón. Todo lo contrario que Francia, que culminó en gol sus cinco primeros ataques.
Incluso pudo haber sido peor para spaña, que tuvo que encomendarse a una espectacular parada de Pérez de Vargas en un contraataque de Guigou que hubiera puesto a Francia cinco arriba.
El acierto de Solé, que llegó a situar a la campeona de Eurropa a tan solo un tanto (9-8), no encontró continuidad en defensa, donde los de Ribera fueron incapaces de controlar a Fábregas y los cañonazos de N’Guessan (17-12).
Sterbik al rescate
Entonces surgió la gigantesca estampa de Sterbik, que con tres paradas consecutivas rescató a ‘los Hispanos’ redujo a solo dos goles (17-15) la diferencia al descanso.
Sterbik arrancó el segundo tiempo con dos nuevas intervenciones y España igualó la contienda (18-18), una remontada que se vio truncada por la exclusión de Morros, que permitió a Francia recupera la renta de cuatro tantos (23-19).
España se quedó, además, sin el recurso de Solé, que tras anotar sin fallo sus once primeros lanzamientos, en el duodécimo, de penalti, no pudo marcar. Un error que pareció acabar definitivamente con la paciencia del conjunto español, que, obcecado en recortar su desventaja de tres en tres, sólo consiguió que los franceses sacasen a relucir su veloz juego de contraataque.
El conjunto logró seis goles de diferencia (26-20), que gracias a las paradas de Sterbik, ‘los Hispanos’ redujeron a 32-30, con posesión de balón y a poco más de dos minutos para la conclusión.
Una posibilidad de remontada con la que se encargó de acabar definitivamente el guardameta Doumoulin, que con dos paradas a Aitor Ariño y Alex Dujshebaev selló definitivamente la derrota de un equipo español al que sólo un milagro le puede permitir llegar a las semifinales.
