La victoria de un equipo Profesional Continental en una gran vuelta es algo excepcional, como el Alcorconazo, o algo así. En el último Tour, ningún ciclista de segunda división se subió a lo más alto del podio y en el Giro solo fueron dos: Masnada y Cima. En la Vuelta, tres en los últimos cuatro años: Bouhanni y Óscar Rodríguez, en el 18, y Calmejane, en el 16. Ya son cuatro: Ángel Madrazo, cántabro de 31 años y del equipo Burgos BH, enarboló la bandera de los modestos en el Pico del Buitre.
Ciclista combativo por antonomasia, suma unos 450 kilómetros en fuga, más de la mitad de los que ha recorrido el pelotón (747), la gran mayoría bien arropados. Madrazo cogió otra escapada buena, la tercera en cinco etapas, para defender el maillot de la montaña. Con él se marcharon su compañero Jetse Bol, un gigantón neerlandés, y el mayor de los hermanos Herrada, José, el más escalador de los aventureros, que milita en el Cofidis, equipo de segunda con presupuesto y pretensiones World Tour.
No parecía un día para la fuga. El primer final en alto de la carrera, 11 kilómetros al 7.8% de pendiente media desde Arcos de las Salinas hasta el Observatorio Astrofísico de Javalambre, en la cima del Pico del Buitre, a casi 2.000 metros de altitud en la montaña de Teruel, aguardaba la primera gran batalla entre los favoritos. El pelotón se lo tomó con calma y los fugados pronto superaron los diez minutos de ventaja. Llegaron a pie de puerto con unos ocho, distancia suficiente para soñar.
Sufrió Madrazo, que antes ya había perdido contacto, pero luchó por reengancharse. “A falta de 50 kilómetros se me pusieron las patas guapas y el equipo me dijo que ‘tranquilo, que ya has cumplido’, pero no me quise quedar atrás y dije: Yo ahí entro como sea”, reconoció.
El Gorrión de Cazoña, apodo que mantiene desde su brillante etapa sub-23, hizo la goma toda la subida. En el último kilómetro volvió a cazar, demarró y llegó en solitario. “Los que ganamos poco no nos creemos estas cosas. Dentro de unos días me daré cuenta”, zanjó. El triunfo de los modestos.
Fuera caretas
El exigente Pico del Buitre, con los cinco últimos kilómetros al 10% de media, destapó quién está para ganar la Vuelta y quién no. Endurecieron el ritmo los Education First y los Jumbo, pero fue Valverde el que rompió el grupo en pedazos. Su aceleración prendió la mecha y poco después saltó Superman López. Nadie respondió. Es el más fuerte cuesta arriba y vuelve a ser primero en la general.
Valverde no esperó a Quintana, una decisión difícil de entender si no fuera porque les queda poco como compañeros de equipo. El campeón del mundo se fue con Roglic, muy sólido. Son los dos mejores con López y el imberbe Pogaçar, el más joven de la Vuelta a sus 20 años. Siembran dudas Nairo, Chaves y Majka y ya no cuentan Aru o Kelderman. Fuera caretas.
