Pinot, que también fue segundo el martes en Los Tres Valles Varesinos, llegó en solitario a la línea de meta, con 32 segundos de ventaja sobre el italiano Vincenzo Nibali (Bahrain) y 43 sobre el belga Dylan Teuns (BMC), que completó el podio.
El corredor de Melisey, que fue tercero en Il Lombardía en 2015, realizó el ataque decisivo en la subida al Civiglio, en la que acabó con las opciones de triunfo de Nibali, que encaraba la Clásica de las Hojas Muertas como vigente campeón.
El español Aleandro Valverde, flamante campeón mundial y tercer clasificado en la Milán-Turín, no logró ser protagonista y perdió contacto con la cabeza de la carrera en el Civiglio, cuando faltaban unos 15 kilómetros para el final.
La prueba salió de Bérgamo con ocho corredores que intentaron escaparse, entre ellos los italianos Umberto Orsini y Alessandro Tonelli, el francés Franck Bonammour y el australiano Michael Stoner, que lograron mantenerse al mando durante 180 kilómetros.
Aguantaron hasta el comienzo del Muro de Sormano, la subida icónica y más exigente de Il Lombardía, con un promedio de pendiente del 16 % y un estrecho tramo de cerca de un kilómetro que alcanza el 30 %.
El esloveno Primoz Roglic (Lotto NL) dio un primer ataque en el Muro, pero pronto tomaron la iniciativa Nibali y Pinot, quienes llegaron como líderes a la cumbre, con Valverde que seguía en el pelotón, a unos 40 segundos de la pareja al mando de la carrera.
El italiano y el francés se pusieron por delante, aunque poco después fueron alcanzados por Roglic y el colombiano Egan Bernal (Team Sky), que fue protagonista de una brillante pedaleada en la bajada.
El grupo de cuatro líderes aguantó hasta los 16 kilómetros de la meta, cuando poco a poco Roglic y Bernal empezaron a pagar el desgaste de energías ante un Pinot que seguía con fuerza y que logró el triunfo final.
