La campeona también sabe ganar sin brillar
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17º-23º

La campeona también sabe ganar sin brillar

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La selección española demostró que también sabe ganar sin necesidad de mostrar su mejor versión y superó a Repúbica Checa imponiendo su oficio.

Argumento suficiente para apuntarse su primera victoria de la segunda fase y seguir con pleno de triunfos, lo que le que permite dar un nuevo paso hacia las semifinales.

Como si el cambio de sede les hubiera afectado, ‘los Hispanos’ tardaron en adquirir ritmo. Una falta de velocidad en piernas y brazos que pareció hacer más endeble a la defensa española. Problema que pareció resolverse con el paso a la defensa 5:1.

De ida y vuelta
A la carrera, España consiguió abrir en el marcador una brecha de tres goles (7-4). Pero cuando todo parecía dispuesto para el despegue de los de Jordi Ribera surgió la figura del portero Tomas Mrkva, que con sus paradas obligó a la selección española a tener que empezar de nuevo (7-7).

Pese que a base de oficio y de talento individual España volvió a distanciarse (12-8), nunca pareció encontrarse cómodo sobre la pista. Y cuando lo logró, siempre apareció Mrkva, que cerró el primer tiempo con nueve paradas, algo que no impidió una cómoda ventaja de cinco goles (14-9) al descanso.

En los segundos 30 minutos no mejoró la fluidez ofensiva del equipo español. El escenario en el que mejor se mueve Alex Dujshebaev, que con sus poderos lanzamientos sorpresivos, siguió alimentando el casillero (19-12).

Pero un parcial de 1-5 en los siguientes cinco minutos permitieron a República Checa recortar su desventaja. Un lío del que España salió airosa gracias a la incapacidad manifiesta de los checos para manejarse con un hombre menos sobre la pista durante las exclusiones y que la defensora del título continental resolvió con tres goles consecutivos a puerta vacía de Ángel Fernández, que volvieron a distanciar (24-18) al conjunto español.

Todo un mazazo para el combinado centroeuropeo, que pareció asumir su derrota, lo que permitió a ‘los Hispanos’ ampliar todavía más su ventaja hasta alcanzar una máxima de nueve tantos (30-21), que sólo el empeño de Zdrahala logró maquillar como, reflejan los seis goles de distancia al final del encuentro.

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