¿La caída del Imperio británico?
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¿La caída del Imperio británico?

¿La caída del Imperio británico?
30 julio 2018 Paris (France), 29/07/2018.- (L-R) Netherlands' Wout Poels, Britain's Christopher Froome, Britain's Luke Rowe, Poland's Michal Kwiatkowski, Britain's Geraint Thomas wearing the overall leader's yellow jersey, Spain's Jonathan Castroviejo and

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La astronomía fecha el 21 de junio como el inicio del verano por aquello del solsticio. Algunos incrédulos (que no terraplanistas) seguimos pensando en el Tour de Francia como principio y final del estío. La gran prueba ciclista del año empieza mañana en Bruselas y se prolongará durante tres semanas, hasta el domingo 28, con el tradicional paseo en los Campos Elíseos. “Cuando las bicicletas llegan a París se termina el verano”, que decía Salvador Dalí.

La capital belga acoge la ‘Grand Départ’ en homenaje al deportista más grande de todos los tiempos, Eddy Merckx. Nadie ha dominado el ciclismo u otra disciplina como él hizo entre los 60 y 70. Conquistó cinco veces el Tour, el primero hace 50 años, y ostenta un monstruoso récord de victorias de etapa (34). En su palmarés brillan cinco Giros, una Vuelta, tres Mundiales, 19 ‘monumentos’ y un sinfín de éxitos hasta sumar 286 triunfos como profesional. Por algo le apodaron ‘el Caníbal’.

Merckx está acompañado en el Olimpo del Tour por Jaques Anquetil, Bernard Hinault y Miguel Indurain, los otros cinco pentacampeones, un lugar del que han desterrado a Lance Armstrong, el de los siete años sin ganador, y al que pide paso Chris Froome, con cuatro victorias. No será este julio el de su ingreso en el club más selecto. Una caída en el Dauphiné ha dejado sin Tour al africano blanco.

Centenario amarillo
Sin Froome la lucha por el maillot amarillo (hace 100 años que nació la prenda más preciada del deporte) se presenta más cerrada que nunca. Su compañero y último vencedor, Geraint Thomas, partirá con el dorsal 1, pero sin la condición de gran favorito. Y es que otra caída, la suya en Suiza, ponen en duda su condición física. El plan del equipo Ineos (antes Sky) para prolongar su tiranía tiene un nombre. Se llama Egan Bernal, joven colombiano de tan solo 22 años, que este año ha ganado la París-Niza y en Suiza.

¿Quién podrá romper el orden establecido por el Imperio británico? En un Tour más abierto que nunca están casi todos los grandes ‘vueltómanos’ del momento. El Movistar repite bicefalia con Nairo Quintana y Mikel Landa. Su guerra soterrada, la búsqueda de un nuevo contrato para la próxima temporada y los kilómetros acumulados en el Giro por el vasco juegan en su contra. 

Más claro lo tienen en Astana, que apuestan por Jakob Fuglsang, el hombre más regular de la temporada, que no se ha bajado del podio desde febrero y en junio ganó el Dauphiné.

Francia suspira por la primera victoria en la general desde 1986 y señala a Romain Bardet y Thibaut Pinot, dos escaladores que ya han pisado el podio de París y se encuentran ante su gran oportunidad. Steven Kruijswijk, con menos ‘hype’, pero siempre fiable, alberga las esperanzas de Países Bajos ante la baja de Tom Dumoulin. Y Adam Yates, el hermano menos bueno, tratará de emular a Simon, ganador de la última Vuelta, que llega al Tour tras un Giro decepcionante y como principal apoyo de su gemelo.

Con ambición y sin presión debuta Enric Mas, presente y futuro del ciclismo español. A sus 24 años y con un podio en la última ronda de casa, exhibe unas condiciones para la esperanza en la montaña. En su contra pueden jugar la falta de experiencia y un equipo más pendiente de las victorias parciales que de luchar por la clasificación general.

Otros nombres a tener en cuenta son Vincenzo Nibali, ganador de las tres ‘grandes’, Rigoberto Urán, con varios podios en Giro y Tour, Richie Porte, al que le persigue el infortunio cuando llega con un perfil alto, Daniel Martin y Fabio Aru, bazas del EAU, o Emanuel Buchmann y Patrick Konrad, hombres fuertes del sorprendente y enrachado Bora.

Para escaladores
No hay duda de que ganará un escalador. Los 50 kilómetros contrarreloj, 22 en una crono por equipos en la segunda etapa y 27 individuales a las puertas de los Pirineos, no marcarán las diferencias. Si lo harán cuatro finales en alto y 30 puertos de Especial, Primera y Segunda. La Planche des Belles Filles (6ª etapa) tras un encadenado de seis puertos, Tourmalet (14ª) después de solo 117 kms con el aperitivo del Soulor, y Prat d’Albis (15ª) separarán el grano de la paja.

La traca final será en los Alpes, empezando por la reina (18ª) con el ascenso a los temibles Vars, Izoard y Galibier, todos por encima de 2.000 metros de altitud. Por si no fuera suficiente, dos llegadas más cuesta arriba: Tignes (19ª) tras el Iseran (2.770 metros), y el interminable Val Thorens (20ª), de 33 kms de ascenso.

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