En el primer cuarto, el Burgos anuló el juego interior de la escuadra gallega, obligada a tirar desde el 6,75, donde se mostró imprecisa (26-14).
Los fallos desde el perímetro lastraban a los visitantes, que seguían a más de 10 puntos en los primeros minutos del segundo acto, donde la máxima diferencia fue de 17 puntos, aunque los locales se fueron al vestuario con por la canasta que Redivo anotaba sobre la bocina (47-34).
Un buen arranque del Breogán le permitió reducir la ventaja. Pero la escuadra castellana, sin hacer un juego espectacular, siguió sosteniendo su renta gracias a una buena defensa y a un gran acierto anotador, convirtiendo casi cada ataque en puntos (66-53).
El San Pablo salió decidido a matar el encuentro en los primeros instantes del acto final y capitaneado por un buen Jaramaz llegó a poner máxima diferencia de 19 puntos, que empezaba a parecer insalvable, sobretodo porque Breogán sufría para anotar y sus prestaciones desde el tiple seguían siendo discretas.
Los de Natxo Lezkano se negaron a hincar la rodilla y anotaron un parcial de 2-8 que obligó a Diego Epifanio a parar el encuentro y a introducir de nuevo en cancha a su quinteto inicial para evitar sustos de última hora.
