El Monbus Obradoiro ahondó este sábado en la crisis de juego y resultados del Surne Bilbao Basket (77-64), que se derrumbó en el tercer cuarto, cuando su rival lo golpeó con un contundente parcial 15-0 que resultó decisivo.

El equipo bilbaíno, que no pudo contar finalmente con Ludde Hakanson, aumentó sus dudas en Santiago, donde firmó otra pobre actuación, la tercera consecutiva tras ser apabullado anteriormente por el Joventut, en Liga, y el UCAM Murcia, en la Champions.

Los ataques marcaron el ritmo del partido en el primer cuarto. Moviendo el balón con rapidez, Obradoiro y Bilbao castigaron la defensa rival. Los gallegos, pese a que el canadiense Kassius Robertson arrancó en el banquillo, exhibieron efectividad desde la línea de tres puntos; Adam Smith y los jugadores interiores lideraban al bloque de Jaume Ponsarnau.

En la recta del final del primer cuarto, el Obradoiro cogió una renta de cinco puntos después de una canasta “3+1” de Robertson, pero la perdió nada más empezar el segundo tras no encestar en los tres primeros minutos. Su entrenador, Moncho Fernández, paró el choque. Bilbao había explotado dos contraataques tras pérdidas infantiles y una canasta de Withey para tomar el mando del electrónico (25-26).

Ambos equipos habían subido su nivel defensivo, y eso provocó que los errores se multiplicaran. El juego interior del Bilbao hacía daño al Obradoiro, al que oxigenó Vicedo con dos triples consecutivos (39-33). Pero como había sucedido en el inicio del cuarto anterior, la ventaja gallega se esfumó en apenas un minuto tras un parcial 0-5 de salida (42-40).

Moncho Fernández aguantó sin pedir tiempo muerto, y su equipo reaccionó desde la línea de tres puntos. Vicedo y Philip Scrubb destrozaron al Bilbao, que además fue castigado con una falta antideportiva a Radicevic. La ventaja santiaguesa se disparó hasta los 17 puntos(57-40, min.25), y Ponsarnau se vio obligado a parar el choque tras un escandaloso parcial 15-0.

Reaccionó su equipo, que disfrutó de un ataque para bajar de la barrera de los diez puntos pero el triple de Rabaseda se quedó corto. Ahí se le fue el choque porque el Obradoiro recuperó la ventaja de 17 puntos tras un “2+1” de Blazevic y tres tiros libres anotados por Westermann (63-46).

El Obradoiro se relajó en el último cuarto -cuatro puntos en casi nueve minutos-, pero su rival, muy tocado, no lo aprovechó para acercarse. Atacó sin mucho criterio, perdió la batalla del rebote y triunfo gallego nunca peligró.