Lo que se viene por delante no es ninguna broma. Primero, la visita al Fuenlabrada; después, el Córdoba en Riazor. Dos citas en las que veremos el potencial real del equipo aunque nada sea definitivo (sí muy importante) a estas alturas, cuando falta, por ejemplo, que el Depor se refuerce en el mercado de fichajes.
Son dos ‘partidazos’, no tanto por el fútbol que se exhiba, sino por las circunstancias.
Ganar en Fuenlabrada ante un hipotético candidato al ascenso, independientemente de las relaciones entre ambas entidades, y vencer al Córdoba, un claro aspirante a salir de este pozo y líder de la competición, darían un espaldarazo fundamental al equipo y a su entregada afición.
Hay que ser positivos porque lo otro no conlleva a nada. Pensar que, aunque la defensa sigue haciendo aguas, se ha mejorado en ataque y en control. Entender que se han dado pasos hacia adelante que deben llevar a conseguir un equipo más fiable. Los ‘exámenes’ están claros. Los dos siguientes ‘partidazos’.
