Transcurridas un par de semanas del último Teresa Herrera, me han venido a la memoria otras ediciones del mítico trofeo herculino, decano de los torneos veraniegos españoles. Hoy me quiero centrar en el que llevó el número XXVIII, celebrado en el año 1973, del cual se han cumplido ahora los cincuenta añoss. 
El trofeo había decaído en importancia y el Ayuntamiento decidió darle un nuevo impulso. Decía el alcalde accidental José Manuel Liaño, que “o se hacía desaparecer o, de lo contrario, había que renovarlo de tal forma que pudiera ser digno de una ciudad como La Coruña y de la memoria de aquella gran benefactora de quien tomó nombre”.
 

Se nombró una Comisión Organizadora presidida por Manolo Estevez Mengotti y el la que figuraban Manolo Gila y Felipe Poncet, entre otros, y se buscó lo mejorcito del fútbol europeo del momento: El Ajax, tricampeón de Europa, con un caché de cinco  millones de pesetas; el Atlético de Madrid, tres millones doscientas cincuenta mil pesetas; el Ujpest Dosza húngaro, que cobró un millón seiscientas cincuenta mil pesetas; y el Spartak Trnava, que vino por un millón doscientas mil pesetas, y los tres campeones de la Liga de sus países. A esto habría que añadir la contratación de tres árbitros internacionales portugueses, Lobo, Garrido y Barradas, junto al español Oliva Fortuny. Se hizo por primera vez una presentación del trofeo en Santiago y Ferrol, siendo novedad el diseño del mismo, que pasó de la entonces copa tradicional a un nuevo trofeo consistente en una Torre de Hércules en plata, que es igual a la que todavía hoy se disputa.
 

El cuadrangular se celebró los días 3, 4 y 5 de agosto, con gran afluencia de público, en especial el segundo día y la final. En el primer partido el Atlético de Madrid vencía al Ujpest por 4-2. Al día siguiente se enfrentaban el Ajax y el Spartak en un partido que había despertado gran interés porque los neerlandeses tenían en sus filas, además de los Neeskens, Rep o Keizer, a un jovencísimo Johan Cruyff, que en aquellos momentos era pretendido por el Real Madrid y el Barcelona. Aquel día el equipo de Amsterdam se llevó una inesperada lección, ya que después de ir ganando por 3-0 en la primera parte, vio como el Spartak le remontaba marcando cinco goles y dejándolo fuera de la final. El domingo día 5, el Atlético se enfrentó al Spartak en la final, en un partido arbitrado por el portugués Antonio Garrido, auxiliado en las bandas por los coruñeses García de Loza y Barros Zas.  Como era costumbre en estos partidos, la Banda Municipal interpretó los himnos de los países representados en la misma: España, Checoslovaquia y Portugal.
 

El encuentro fue muy emocionante y tuvieron que jugarse dos prórrogas, hasta que en el minuto 137, un excelente gol de Eulogio Gárate dio la victoria a los colchoneros. El Atlético, dirigido por Juan Carlos Lorenzo, presentó uno de los mejores equipos que se le recuerdan: Reina; Melo, Eusebio, Capón; Adelardo, Benegas; Ufarte, Luis, Gárate, Irureta y Becerra.
 

Desde la grada de Preferencia pude disfrutar de una espectacular jornada repleta de peñas con sus opíparas meriendas que le daban colorido y alegría al Trofeo. Confiamos en que, con la actual sintonía entre el Ayuntamiento y el R.C. Deportivo,  vuelvan a repetirse aquellas brillantes jornadas.