La imagen del final del partido, con el centenar de aficionados animando al Depor, en la enéseima decepción a domicilio, es una sensación de déjà vu constante cada vez que el cuadro blanquiazul juega como visitante este curso.
 

También es aplicable el descalabro cuando los coruñeses tienen todo a favor para arañar puntos a los de arriba, como era este el caso. Empataban estaba jornada Alcorcón, Real Madrid Castilla y Racing de Ferrol y perdía el Córdoba.
 

El Depor volvía a alimentar a fantasmas pasados y se dejaba dos puntos en el descuento, en un córner en el que no se entendían bien varios jugadores con las marcas y José Carlos remataba casi solo a placer. Un empate que le daba aire a un San Fernando que se queda a cuatro de salir del descenso y unas tablas que le valen bastante de poco al Deportivo, incapaz de dar un zarpazo a la clasificación. Y en medio una afición que no ha abandonado nunca al equipo, a pesar de que solo ha celebrado cuatro triunfos a domicilio y que ayer volvió a dejarse la garganta.
 

Muchos años ya de sinsabores, de ‘palos’, de momentos en los que el equipo ha fallado cuanto más tenía que acertar. Y ahí siguen, como los más de 18.000 que estuvieron en el último partido en Riazor contra el Rayo Majadahonda y seguro que volverán ante el Mérida. Aunque este sufrimiento no lo merecen.