El Real Club Deportivo puso ayer el punto y final a la fase regular del torneo liguero con el encuentro disputado en el Estadio de Pasarón ante el Pontevedra.
 

Los resultados han provocado que el equipo haya terminado en el cuarto puesto del grupo uno, por lo que jugará la semifinal del playoff de ascenso contra el Castellón, tercero del dos.
 

Puede que a muchos aficionados blanquiazules les haya sabido a poco lo hecho por el RCD, y más después del ascenso directo del Racing tras concluir primero con setenta y cinco puntos, ocho más que los herculinos. No les quito la razón, pero ahora lo primordial es olvidar el pasado, que ya no se puede cambiar, y pensar en el futuro más inmediato, el cuadro albinegro.
 

El fútbol profesional está a cuatro partidos, trescientos sesenta minutos –cuatrocientos veinte en caso de jugar dos prórrogas–, por lo que no es momento de lamentos. Es hora de ir todos a una, como siempre ha hecho el deportivismo. De esta manera a finales del próximo mes de junio se podrá poner fin a una pesadilla que ya dura tres largas temporadas.