El de mañana es, hasta ahora, el encuentro más importante de la temporada. Riazor, con más de 23.000 abonados, registrará una entrada acorde con la categoría de su afición. Hay ganas de victoria, de una buena tarde de fútbol, de animar al equipo en la lucha por recuperar el terreno perdido.
Aunque nada es definitivo, y menos a estas alturas, como se demostró en el pasado curso, perder no debe ser una opción, empatar sería el mal menor y la victoria es el gran objetivo ante el que, hasta la fecha, es el mejor equipo de esta categoría.
Hay partidos y partidos. No todos son iguales, por lo que se juegan unos y otros, por la situación de ambos, por muchos factores. Sin calificarlo de ‘final’, sí hemos de convenir que un triunfo sería como dar un pequeño golpe en la mesa de Córdoba, Alcorcón, Castilla... Decir un “ya estamos aquí, hemos llegado un poco tarde pero hemos llegado”. Y también será un envite distinto para los jugadores. Que lo disfruten y que sea con un triunfo coruñés.