A Coruña, ciudad hospitalaria y acogedora, está a punto de recibir a las futbolistas campeonas del mundo. Llegarán a tierras herculinas un poco tristes, después de la derrota del viernes frente a la República Checa. Pero seguro que intentarán no fallar el martes en Riazor frente a Bélgica.
Las de Montse Tomé merecen una gran acogida, y más sabiendo que necesitan que la afición se vuelque con ellas. Los Juegos Olímpicos están a la vuelta de la esquina, y tienen que llegar a esta cita llenas de confianza.
En el compromiso frente a las belgas no se juegan nada. ¿O sí? Siempre que rueda el balón hay algo en juego. A unas campeonas del mundo siempre les gusta ganar. Y también sentir que tienen a una gran y numerosa afición apoyándolas