Óscar Cano sorprendió disponiendo un once con línea de cinco en defensa, utilizando a Olabe de central. Esperaba el partido con ciertas dudas y miedo ante un Castilla que impone mucho; más aún con la presencia de Álvaro. Eso incrementó el miedo, aunque con la juventud del delantero uruguayo no debería ser así.
El Castilla también salía con cinco atrás y el Depor empezó bien, haciendo un juego combinativo. En el minuto 20 encontró el premio, con un gol de Pepe en el que funcionó la estrategia a centro de Lucas.
Después poco más. El primer aviso lo dio Peter, solo ante Mackay, pero yéndose al suelo al toparse con él.
El Castilla presionaba alto, obligando a Mackay a sacar en largo. Además, en el centro del campo el Depor empezaba a estar perdido, con Villares y Rubén muy solos. Y llegó el gol antes del descanso, lo peor que le pudo ocurrir al Depor.
Cano realizó un doble cambio en el minuto 63. Uno de los hombres que entró fue Yeremay, que no cambió el partido. Tenía que haber jugado mas arriba y encarar.
Villares pasó al lateral derecho, pero el técnico no abandonó los tres centrales. Olabe subió al mediocampo, lo que permitió al equipo ganar algo de consistencia.
Insuficiente, ya que no se profundizó en las transiciones rápidas, la jugada que más daño hace al Castilla. Los blancos dominaron el juego, la posesión..., 1 punto y gracias.