A pocos días de que comience el mundial se está hablando mucho de la elección de Qatar como sede. Que si no es el lugar adecuado, que si no se respetan los derechos fundamentales... No me voy a meter en cuestiones que son evidentes, pero sí me gustaría recordar algo que ocurrió hace casi veinte años.
Resulta que en 2004 esta pequeña península pero con inmensos recursos naturales bajo su superficie organizó una prueba
del Mundial de motociclismo. El calor era extremo y años después hubo que tomar una decisión drástica: o llevar la carrera a otro sitio o disputarla de noche con todo el circuito iluminado. El dinero no era el problema pero, sinceramente y en los tiempos que pasamos... ¿No les duele que nosotros estemos ahorrando energía mientras otros la malgastan porque tienen mucha? Pero el mundo funciona así. Y organismos como la FIFA lo tienen claro. Si hay pasta, allá vamos. Otras cuestiones quedan en un segundo plano. Siempre habrá excusas para justificar una decisión que a muchos (y a muchas) no convence.