Incidiendo en lo dicho en el artículo de la semana pasada, quiero hacer hincapié en el trabajo desarrollado por los equipos coruñeses de fútbol aficionado. En esta ocasión me referiré exclusivamente a los de la ciudad, pero podría aplicarse el comentario a los de toda Galicia. Estos clubes, dirigidos por personas apasionadas con su equipo de toda la vida, cuentan con monitores y entrenadores que acogen a niños y niñas desde edades tempranas, enseñándoles la práctica de este deporte y los valores que les aporta.

La mayoría de estos clubes fueron creados entre los años veinte y cuarenta del pasado siglo y desde su fundación siguen luchando para conseguir buenos futbolistas y mejores personas.

El trabajo de la mayoría de estos clubes se centra en el deporte aficionado, pero de esa cantera han salido algunos de estos deportistas que consiguen progresar y llegar al profesionalismo. Tenemos infinidad de ejemplos en nuestra ciudad y sin querer ser exhaustivo trataré de recordar a los que me vienen a la memoria.

Citaremos en primer lugar al amigo José Morado, que desde los años juveniles en el Imperátor pasó como profesional en los años sesenta por el CD Ourense, el CD Lugo, Sporting de Gijón y Cultural Leonesa. Después recordamos a Reija, del Oza Juvenil que jugó en el Deportivo dos años y fue traspasado al Zaragoza, vistiendo la camiseta de la selección en 24 ocasiones; Amancio y Jaime Blanco, con sus inicios en el Victoria C. F., que jugaron en el Deportivo y llegaron al Real Madrid. En este equipo y mas recientemente dio sus primeros pasos Lucas Pérez, un verdadero trotamundos del fútbol. También recordamos a Manolo Loureda que procedente del Sporting Coruñés llegó vestir la camiseta blanquiazul en mas de trescientas ocasiones. Después vinieron Cholo y Beci que desde el Orzán pasaron al Deportivo jugando muchos años en Primera y Segunda División, igual que Luis, Minador y Vales, canteranos del Liceo de Monelos y profesionales en el club herculino. Porteros como Seoane, “el Iribar de San Roque”, o Jorge con sus inicios en el CD Calasanz, fueron referentes de la portería deportivista.

Del Ural también salieron buenos jugadores como David Miramontes con brillante carrera en Escocia, Nano que después de siete años en el Ural llegó a debutar con el Barça en Primera División o Lucas Vázquez, hoy titular en el Real Madrid. Otro producto de los modestos fue Pablo López, que procedente del Orillamar pasó a los juveniles del Deportivo, siendo uno de los ganadores del Campeonato de España del año 96 y militó en casi todos los equipos gallegos a nivel profesional, para después dedicarse a entrenar.

Podríamos seguir enumerando jugadores formados en los clubes modestos que pronto pasaron por Abegondo, como Carlos Pita de la cantera del Gaiteira -doce temporadas en el Lugo- Pablo Insua, Piscu, Rochela y tantos y tantos buenos jugadores que se ganan la vida en otras latitudes. Para finalizar esta retahíla de jugadores, una simpatía personal para el que todavía hoy luce el brazalete de capitán en el Deportivo: Álex Bergantiños, conocido como el Schuster de la Sagrada Familia, donde creció compitiendo 

en las categorías inferiores del Imperator.

Mis aplausos para los clubes modestos de A Coruña y sus canteras.