El Victoria estuvo a punto de sufrir el bloqueo que sufren algunos equipos cuando se enfrentan al colista y el partido se empieza a torcer. La sensación de sentirse obligado a ganar no suele deparar buenos resultados ante un rival que con el paso de los minutos se va creciendo poco a poco a pesar de su manifiesta inferioridad. No obstante, el club coruñés tuvo paciencia, supo madurar el encuentro, agitó el árbol en el plano táctico, superó su falta de acierto y finalmente consiguió remontar el tanto inicial del Atlético Escairón para lograr un valioso triunfo en Visma (3-1).
Buena parte de culpa de la reacción la tuvo Martín Mauriz Varela (A Coruña, 1993) al anotar una falta directa que permitió a su equipo ponerse por delante tras múltiples intentos fallidos a lo largo del choque.
“Vi peligrar el partido. Veíamos que éramos superiores, teníamos el control de la pelota y generábamos ocasiones, pero la bola no entraba. Habíamos pinchado en la primera vuelta en Escairon y sí que se me pasó por la cabeza que podía pasar factura y generarnos una ansiedad que no supiéramos superar. Por suerte pudimos darle la vuelta y creo que la victoria es justa viendo el global del partido”, resume el propio Martín, quien añade que “el gol a los diez minutos nos cambió el guión del partido”.
El 1-0 del colista se prolongó hasta bien entrada una segunda mitad en la que el Escairón se quedó con diez. Martín admite que ese hecho fue importante pero destaca que su equipo ya estaba poniendo cerco a la portería rival antes de la roja al visitante Kebe.
“A ellos les empezaba a costar físicamente y en la segunda parte estábamos jugando en campo contrario en todo momento, estábamos conectando mucho más fácil con Raña, Dieguito, Iago... Pero está claro que la expulsión les mermó más y seguramente ayudase a tener controlado el partido en los últimos minutos”, apunta.
Tras el 1-1 de Iago Pérez, las luces enfocaron a Martín cuando volvió a probar suerte en un libre directo. Y esta vez el trabajo dio sus frutos.
“Había tirado una falta diez minutos antes y había ido a la barrera. No suelo tirar muchas pero últimamente en los entrenos le estaba pegando bien y me volví a animar. Lo único que pensé es que tenía que acabar dentro de una forma o de otra”, cuenta el centrocampista.
Tres puntos vitales
No fue un triunfo más. Martín desvela que fue “vital” tras el parón navideño, los aplazamientos por COVID y la falta de ritmo. “Necesitábamos volver bien a la competición. Necesitábamos confianza para afrontar lo que se nos viene y la confianza la dan las victorias. No fue nuestro mejor partido, pero los tres puntos animan al grupo a seguir trabajando. Tenemos mucho margen de mejora y nuestra mejor versión está por llegar todavía”.
Por último, Martín no se esconde al ser preguntado por la meta de un Victoria que ahora es séptimo (zona de promoción de permanencia). “El objetivo es el quinto puesto (playoff de ascenso). Tenemos potencial para ello y nos quedan muchos partidos contra rivales directos. No pensamos en otra cosa que no sea meternos ahí arriba”, zanja.
