El Liceo dio un importante salto esta temporada en cuanto a la cantera, que volvió a brillar a nivel autonómico, convertido en el equipo con más podios, y asomando la cabeza en los Campeonatos de España con el bronce alevín y el cuarto puesto infantil. Así que el paso más coherente en ese crecimiento era recuperar la categoría nacional para su filial. Los cachorros verdiblancos, dirigidos por el argentino Pichu Galvani, se ganaron sobre la pista el regreso a la OK Bronce y después de muchas deliberaciones, el club ha decidido hacer un esfuerzo económico para que los jugadores puedan seguir creciendo y encuentren en casa una salida, siendo también un espejo para los más pequeños.

“Era uno de los objetivos que teníamos cuando llegué hace dos años para todos estos jugadores que tienen entre 17 y 19 años”, asegura Galvani, que fue jugador del Liceo en la temporada 2006-07. El equipo, que compaginó la competición en las ligas júnior y sénior, completó una gran temporada. En la primera le plantaron cara a todo un Compañía de María, que después fue subcampeón de España, aunque no se pudieron clasificar para el Nacional. En sénior acabaron la liga regular como primeros y después cedieron contra el Raxoi la final, pero como los santiagueses ya tenían plaza en la OK Bronce, esta correspondió a los verdiblancos.

“Son chicos muy jóvenes y era su primera vez con mayor exigencia. En júnior ya se les hace un seguimiento por parte del club, veían a Juan Copa en la tribuna... Su vida deportiva empezó a tomar otro color”, valora el técnico de San Juan sobre un grupo formado por Iago Fouz, Xian Martínez (porteros), Marcos Pazos, Isaac Naveira, Pedro Ramilo, Markel Muñoz, Roi Saavedra, Lucas Fernández, Jaime Méndez  y Miguel Ángel Barrios. 

Comunicación con Juan Copa

Todos seguirán en la OK Bronce, con dos refuerzos de jugadores con experiencia para una categoría que les exigirá un nuevo paso adelante, ya con viajes por todo el norte de España. “Estoy contento con el grupo que hemos armado”, señala el entrenador, que ya les han mandado trabajo para que el 11 de agosto, fecha prevista para el inicio de la pretemporada, lleguen en buenas condiciones.

Al tratarse de un filial es fundamental la comunicación con Juan Copa, que marca la filosofía de trabajo. “Siempre hablo con él de los chicos y tenemos una idea muy parecida del hockey. Él ya fue mi entrenador en mi época de jugador y siempre seguí sus pasos cuando me convertí en entrenador. La idea es que siempre haya uno o dos que interactúen todas las semanas con el primer equipo, para que estén preparados si les toca subir”, indica.

“Es muy buen grupo y creo que van a dar que hablar en la categoría”, predice Galvani. “Es un equipo que por su juventud es muy agresivo, va todo el tiempo al frente y técnicamente son muy buenos”, les define. Como punto débil, la experiencia, lo que les irá dando la competición. “Ya este año ha sido de gran aprendizaje. Analizamos nuestros errores, como la final sénior y el partido júnior contra Ordes, y creo que salimos reforzados”, dice.

Galvani, sin embargo, no se ve volviéndose a poner los patines para ayudar como va a hacer su compatriota Martín Payero en Oleiros. “Un día me los puse, choqué contra Jaime Méndez y fue como si lo hiciera contra un tren. Lamentablemente mi etapa ya terminó”, se ríe. Nacido en 1974, en España jugó en el Piera, en el Vigo Stick y en el Liceo y como entrenador estuvo en el Estudiantil Porteño y en el River Plate de su país antes de regresar a A Coruña en 2022 de la mano de Inditex. “Empecé a ir a ver los partidos...”, dice. Y ya se volvió a enganchar, ahora con un reto de Bronce por delante.