Gustavo Dacal, uno de los más grandes lanzadores de jabalina españoles, múltiple campeón gallego y campeón nacional absoluto en diez ocasiones, está pasando por un momento de salud más que delicado.
El que fuera recordman de España de su especialidad, cuando en el año 2003 lanzó la jabalina hasta los 78,88 metros, aunque tuvo que esperar a que la justicia le reconociera la marca que le denegaba la RFEA, alegando la no homologación del artefacto y no vestir la equipación de su club, permanece ingresado en un hospital mexicano de Veracruz. En esta localidad se instaló hace años para llevar la preparación de los componentes del equipo nacional de este país y ahora la de los paralímpicos. El ingreso se debió a la picadura de un mosquito, que le trasmitió el dengue, una enfermedad tropical.
Gustavo Dacal comenzó a encontrarse mal el pasado sábado día 10.
Fiebre elevada
Acudió al hospital con una fiebre muy elevada. Pero el diagnóstico inicial se complicó a medida que pasaba las horas. Esto provocó una apendicitis aguda, hasta derivar en una enfermedad que le va deteriorando los nervios de la columna vertebral, a lo que hay que sumar que los médicos que lo atienden no han detectado la bacteria que le está produciendo estragos en su cuerpo.
Lleva ya tres intervenciones hasta el momento y su estado se va agravando por momentos, ya que los análisis detectaron una espondilodiscite infecciosa, una enfermedad que deteriora los nervios de la columna vertebral, y que le tiene inmovilizadas ambas piernas, por lo que precisa de una respuesta inminente ante el riesgo de perder la movilidad del tren inferior de forma permanente.
En todo momento está acompañado por familiares, amigos, sus propios atletas y su pareja, que le trasmiten tranquilidad y confianza.
Su gran problema es que el atleta gallego está en una situación económica muy delicada. Carece de fondos para poder afrontar los gastos de su estancia en el centro hospitalario ya que no dispone de seguro médico que le pueda cubrir los costes de todas las intervenciones.
Familiares y amigos están gestionando por ahora la situación, haciéndose cargo de las primeras facturas, buscan apoyo financiero, pero piden prudencia ante las informaciones que vienen saliendo en las redes sociales.
En todo caso quieren aclarar que, llegado el momento, informarán de manera puntual a través de los medios de comunicación.
