El Fabril consiguió, en la novena jornada de liga, su tercera victoria de la temporada. Fue en casa, ante el colista, en un partido sin brillo del filial blanquiazul, que estuvo más de una hora por debajo en el marcador. Gracias a un segundo tiempo en el que el Deportivo B aumentó el ritmo y pisó más área rival y al cambio radical que le dio Gelucho a su equipo con cinco sustituciones –cuatro de una tacada–, los tres puntos se quedaron en Abegondo.
La primera parte del Fabril fue para olvidar. Empezó mal, con un penalti de Sarmiento a Iago Neira que lanzó Antón Vilas y que paró en primera instancia Brea pero, el extremo del Estudiantil, se encargó de mandar el balón al fondo de las mallas al caerle el rechace. Y continuó peor, con un filial que mantuvo el 1-4-2-3-1 habitual aunque sin extremos ya que en la banda derecha jugó Villares y en la izquierda el propio Sarmiento, dos futbolistas interiores.
Del Estudiantil no sorprendió el 1-5-4-1 por el que apostó Gelucho de principio a fin, pero sí los futbolistas que ocuparon cada posición. Los laterales del Boiro campeón de liga en la temporada 2015/16 –Paco derecho y Suso Martínez izquierdo– jugaron de centrales junto a Toño. El delantero centro fue Rubén Márquez, que la temporada pasada jugó en el Negreira de Primera Galicia. Esos tres jugadores llevaban tres entrenamientos con el equipo santiagués antes de pisar Abegondo.
Ante un Estudiantil replegado, al Fabril le faltaron varios elementos importantes para poder imponerse: circulación de balón fluida, un ritmo alto, acciones técnicas precisas y capacidad de sorpresa por fuera y por dentro. La línea defensiva visitante estuvo cómoda casi todo el partido porque ningún jugador de segunda línea la amenazó. Los centrales del Estudiantil solo tenían que estar pendientes de Adri Castro. Por fuera tampoco profundizó en exceso el conjunto de un Valerón que sigue sin manifestar trabajo táctico en su equipo.
Segunda parte
En la segunda mitad, el Fabril, con Villares (el mediocentro, interior o mediapunta) de lateral derecho y Javi Sánchez de extremo en esa misma banda, incrementó el ritmo y se acercó más al área rival, pero el Estudiantil seguía bien armado hasta que, en el minuto 55, Gelucho hizo cuatro cambios de una tacada, entre ellos dos centrales (Paco y Suso) y, aunque Manu Rodríguez, el mejor futbolista del partido, retrasó su posición y lo hizo a un nivel espectacular, el cuadro santiagués perdió en cuanto a consistencia y no tardó en llegar el tanto del empate.
Pase en profundidad medido de Javi Sánchez para Villares y este, cual Dani Alves, ganó línea de fondo y sacó un centro raso, muy tenso, al primer palo. El delantero Adri Castro, que había tenido dos anteriormente, atacó bien la zona anticipándose a los centrales visitantes y remató al primer toque para enviar la pelota a la red.
Antes de sacar de centro, Valerón hizo el segundo cambio: Barba por Sanmartín, mediocentro por mediocentro. El joven futbolista blanquiazul le dio vitalidad y energía a la medular y el Fabril también ganó con Rayco por fuera y Sarmiento por dentro –el invento de la primera parte no le salió bien al técnico canario–. Fue precisamente Álex Barba el que, siete minutos después de saltar al terreno de juego, completó la remontada del Fabril con un gran disparo con la izquierda desde dentro del área.
El 2-1 no es un resultado definitivo y, como era de esperar, el Estudiantil tuvo una. Salgado provocó un córner en el minuto 88, Manu Rodríguez lo ejecutó, el cuero fue peinado en el primer palo y Moreira cabeceó a gol en el segundo. Según asistente y árbitro, fuera de juego.
El que no falló a balón parado fue Yuste. Gran saque de falta lateral de Javi Sánchez y cabezazo del central, que siempre que ha jugado ha estado mejor que sus parejas.
