Tito Ramallo: “Veo algún jugador de primer nivel que va a llegar al Deportivo sí o sí”
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Tito Ramallo: “Veo algún jugador de primer nivel que va a llegar al Deportivo sí o sí”

Tito Ramallo: “Veo algún jugador de primer nivel que va a llegar al Deportivo sí o sí”
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¿Lo has pasado mal?
Sí, los entrenadores sufrimos siempre que no ganamos. Yo no he sufrido por mí, he sufrido por el equipo porque sé que no ganar un partido mina la confianza. No lo estaba pasando bien porque nos estábamos metiendo en una situación un poco absurda y antes de tiempo, sin necesidad. He sufrido con la tranquilidad de saber que esto está empezando, que va a dar muchas vueltas, que equipos que están arriba van a venir hacia abajo y que equipos que estamos abajo vamos a ir hacia arriba. Quería salir de la situación incómoda de no ganar. Pudimos haberlo hecho mucho antes y, más que sufrir, la situación era incómoda.

Entre el Cerceda y el Fabril llevabas 23 partidos sin ganar en Segunda B.
Me preguntaba: ¿dónde está el que me quiere mal? Sobre todo viendo cómo se han dado las circunstancias. Son situaciones anómalas como el gol del Celta B, que es un aspecto ridículo, el penalti en el campo del Internacional en el minuto 95... Una cosa es que compitamos y el rival nos gane por merecimientos, pero viendo que se suceden una serie de elementos poco habituales y que, en 20 años que llevo entrenando, nunca se habían dado, llega un momento en el que pienso “esto no puede ser, ¿a quién le quiero yo mal?”. El fútbol es caprichoso, nos pone a prueba y recuerdo otra situación totalmente contraria con once victorias seguidas en mi anterior etapa en el Fabril en la que ganábamos aún jugando mal.

¿Eres un entrenador diferente al de tu anterior etapa?
La experiencia hace darle más importancia a lo esencial y darle mucha menos trascendencia a lo superficial. Aprendes a diferenciar lo realmente importante, en lo que tienes que centrarte, y a no a mirar a lo que antes, a lo mejor, le dabas mucha importancia y no la tiene.

¿Qué es lo esencial para el entrenador del Fabril?
El jugador, el proceso, su evolución, si crece o no. Para ser entrenador de filial hay que tener muy claro cuál es el objetivo principal de nuestro trabajo y no es ganar sino que los futbolistas crezcan. El objetivo que debe tener el Fabril es preparar al mayor número de jugadores posibles para que puedan alcanzar el fútbol profesional y, si puede ser para el primer equipo, muchísimo mejor. Y este proceso nos tiene que llevar a ganar el mayor número de partidos para estar tranquilos.

Tomo muchas decisiones pensando en el jugador y no en el equipo

Como entrenador de filial, ¿es más importante el equipo o el jugador?
El jugador. Yo tomo muchas decisiones pensando en el jugador y no en el equipo porque es mi obligación. A lo mejor, en estrategia de partido, me gustaría tomar unas decisiones que pueden ir a favor del equipo pero en contra de jugadores y no las puedo tomar. Podría replegar el equipo y jugar directo, pero no es ni lo que realmente pienso ni creo que sea lo bueno para el futbolista ni lo que queremos. Hay que saber diferenciar muy bien lo que es ser entrenador de filial y ser entrenador de resultado, aunque ser entrenador de filial no está reñido con conseguir resultados porque hay que vivir con la competición. El Fabril tiene que estar siempre en Segunda B porque es una situación mucho más beneficiosa para los jugadores, pero prima siempre el futbolista.

¿Cómo es la relación del entrenador del filial con el director de cantera y el director deportivo?
Directa, directísima. Lo que me han transmitido Albert Gil y Carmelo del Pozo es tranquilidad máxima. Todos estábamos incómodos porque no nos gustaba esa situación, pero ellos me han transmitido serenidad porque creen en el proceso que estamos llevando todos de la mano. Estamos convencidos de que el Fabril va a crecer con la competición. Estamos todos los días en contacto y queremos transmitirle tranquilidad a los futbolistas y mantener el rumbo que hemos trazado.

Los futbolistas del Fabril no ocultan que quieren disputar playoff y optar a cotas altas.
La competición es la que mueve al futbolista semanalmente. El jugador tiene que estar pendiente de entrenar para jugar, para ganar, para estar siempre en el equipo, para conseguir objetivos competitivos, para intentar meterse en playoff... El futbolista no tiene que pensar que se va a formar mejor cada semana, tiene que pensar en la competición.

El club ha evolucionado desde tu anterior etapa en el Depor.
Es como cuando llevas mucho tiempo sin ir a un sitio y vuelves. Hay muchas cosas que relaciono y, en esencia, muchas cosas semejantes, pero hay matices ni mejores ni peores. Hay más personal dedicado a más cosas, profesionalización en algunos aspectos que antes no había, pero antes éramos un grupo más reducido y más compacto. Cada etapa demanda una cosa. Estoy orgulloso de la situación anterior y ahora estoy contento con la situación actual. La entidad ha evolucionado y ha dado pasos hacia delante en muchas facetas de una manera lógica. Lo que no evoluciona, muere.

Manuel Pablo tiene madera para ser entrenador, le gusta y lo lleva en la sangre

¿Cómo es eso de tener a Manuel Pablo de segundo entrenador?
Estoy contentísimo de que esté aquí. Le gusta y lo vive. No mira el reloj nunca, no tiene prisa para nada, lo lleva en la sangre. Tiene madera para ser entrenador y aporta muchísimas cosas dentro y fuera. Sabía que iba a ir bien pero, con el paso de las semanas, cada vez va mejor.

¿Cómo es el día a día del cuerpo técnico del Fabril?
Solemos llegar a Abegondo a las 8:45 horas, tomamos un café inicial, luego tenemos la reunión previa para tratar ciertos matices del entrenamiento como el estado de algunos jugadores. Ellos llegan 9:45, tienen control de peso, de firmas, situación de fisios. Salimos a las 10:30 al campo y, teniendo en cuenta los trabajos individualizados, difícilmente lo abandonamos antes de las 12:30. Subimos, repasamos el entrenamiento, valoramos el trabajo del día siguiente y solemos salir de Abegondo a las 14:15 horas. Llevamos deberes para casa como visualizar el entrenamiento de la mañana y preparar la sesión siguiente.

Hace dos años el Fabril dio un giro en su política de fichajes incorporando bastantes futbolistas de fuera de Galicia.
El orden que debe seguir cualquier club es: primero mirar hacia dentro y, si lo tienes, tirar de él; en caso contrario es buscar fuera, es inevitable o si no te hundes. Lo que quiere cualquier club es generar la materia prima por sí mismo porque es más económico y es más fácil, pero hay momentos específicos en los que no se puede hacer porque no existe una máquina de hacer jugadores de un nivel semejante. Hay que compaginar de una manera coherente la materia prima y lo que se trae de fuera. En mi época anterior era un mercado distinto y había unas reglas del juego mucho más limitadas. En cada momento se toma decisiones y yo no puedo valorar las de hace dos años porque no estaba en el club.

Antes había más jugadores que ponían el fútbol por delante de muchas cosas

¿Ha cambiado el perfil de futbolista joven? ¿Ya no hay tanta hambre?
Antes había más cantidad de jugadores de ese perfil de tener más hambre, de querer llegar, de poner el fútbol por delante de muchísimas cosas. Ahora hay menos cantidad de jugadores que pueden llegar. La desaparición de la calle ha sido fundamental porque las academias no pueden suplir esa carencia de horas de fútbol que antes tenían los jóvenes fuera de su propio club. Además, la sociedad en la que vivimos da un abanico de posibilidades muy amplio a la juventud cuando antes o jugabas al fútbol o no hacías nada.

¿Has asimilado que vuelves a estar en el Fabril?
No me ha extrañado volver. Siempre la consideraré mi casa esté o no esté. Se dieron las condiciones para volver y, al principio, choca un poco porque vuelves a tener el mismo delegado, el mismo encargado de material, las de limpieza, cafetería... Choca un poco al principio, una especie de déja-vu, volví a cambiar el banquillo a la izquierda y puse las cosas en su sitio.

¿No quieres al asistente cerca?
No porque lo único que me trae es problemas. En Segunda B o en Tercera los que controlan el área técnica son los asistentes. No vas a influir en ellos y lo único que hacen es cruzarse por delante de ti, te molestan, no puedes hacer comentarios un poco fuera de tono porque te escuchan... ¿Solución? Alejarme lo máximo posible de ellos. No es superstición sino una decisión estratégica de partido.

¿Es igual la manera de vivir los partidos en Abegondo?
En eso parece que no me fui nunca. Sigo teniendo los mismos defensores y los mismos detractores. Abegondo ha cambiado en cuanto a infraestructura pero no en cuanto a la esencia.


Regreso a casa

“Al volver, Lendoiro me dio la enhorabuena”

Tito Ramallo no es de la cuerda de Tino ni de la cuerda de Lendoiro. El entrenador del Fabril es deportivista por encima de todo y quiere “paz social” en torno club.

¿Te ha sorprendido la llamada de esta nueva directiva?
Me fui del club seis meses antes de que hubiese cambio de Consejo de Administración. Tengo una relación excelente con Augusto, con Luisín y con todos los del anterior Consejo. Con los que habían entrado la relación era menor pero cordial. Yo me considero deportivista y creo que el club está por encima de todos. Trato de ser lo más profesional posible con la gente que está dirigiendo el club. Cuando hay un cambio de personas en la dirección de cualquier empresa o club, se decantan por un perfil de gente y, si no entras en sus planes, no puedes decir nada. Seis años después de mi salida han considerado que podría encajar en este Deportivo, me han llamado y a mí me ha parecido bien. Me considero entrenador y estoy mucho más contento y feliz de estar en el Deportivo.

Ha habido demasiado tensión entre los ‘lendoiristas’ y los ‘tinistas’ en los últimos tiempos.
Como deportivista, quiero que haya una paz social que ayude a crecer al club y creo que es lo que quiere todo el mundo. Hay que respetar los distintos puntos de vista de todo el mundo y, a partir de ahí, trabajar cada uno en el ámbito que le corresponde. A mí me corresponde en el ámbito del entrenador y no me puedo meter en otros aspectos. Tendré mi punto de vista y habrá cosas que me gustaban y no me gustaban de antes y lo mismo de ahora. A nivel público, como persona que lleva muchos años vinculado al club, he mantenido una posición de respeto hacia todos.

¿Se han alegrado los miembros del anterior Consejo de tu regreso al Fabril?
Sí, en el momento en el que el club me ha llamado para volver al Deportivo, he recibido una cantidad tremenda de mensajes. He recibido uno de Augusto dándome la enhorabuena por volver al club, de Luisín... También de gente que está en el club y se ha arreglado de mi regreso. He sentido el cariño por parte de todos.


El papel del Laracha

“El Depor C es una forma de tener una base más firme”

Esta temporada, el Fabril puede contar con futbolistas del Laracha cuando Tito lo requiera.

¿Cómo y cuándo decides con qué jugadores del Laracha contar cada semana?
Se establece una relación muy directa entre Albert Gil y Óscar Gilsanz. Están entrenando con el Fabril diariamente Ricardo, Kanouté, Ortuño, Boedo y Adrián, que tienen ficha con el Laracha pero que son jugadores del Fabril a todos los efectos. A los que no están en esa dinámica, como pueden ser Parga, Iago Novo, Antón, Sandá, Ramsés, Jiménez, también les llevamos un control, tenemos comunicación con Óscar y el pasado fin de semana los he podido ver en directo. Tienen las puertas abiertas para asaltar el Fabril en cualquier momento y estamos comprobando el beneficio que es tener al Laracha ahí porque están jugando una cantidad de futbolistas que, de otra manera, no les podríamos hacer un seguimiento como este.

Con el Laracha, el jugador juvenil del Deportivo tiene prácticamente cerradas las puertas del Fabril en su primer año sénior.
Es un camino lógico. Ahora mismo hay una escala: primer equipo, Fabril, Laracha (o Depor C) y Juvenil A. Esta temporada han pasado directamente al Fabril Gandoy y Pedro, y Valín, que todavía es juvenil, entrena diariamente con nosotros. Hay otros que han tenido que pasar por el Laracha porque hay futbolistas que no están preparados para el nivel de Segunda B y no solo pasa en el Depor. La Segunda B es una categoría tremendamente competitiva y no la puedes afrontar con un equipo de críos. Las soluciones para esos jóvenes es cederlos a un equipo de Tercera o tener en la propia estructura del club otro equipo en el que se pueda controlar mucho más su proceso. A partir de ahí, los juveniles tienen que saber que su primer paso es el Depor C. Si hay alguno que está en un proceso madurativo mayor, puede saltar al Fabril. Salvo los jugadores tremendamente diferenciales, todos tienen que pasar un proceso. Un Fabril con ocho jugadores que pasan del equipo juvenil te aboca a sufrir muchísimo y, posiblemente, a perder la categoría.

¿Es una forma de no fichar tantos jugadores de fuera?
El Depor C es una forma de tener una base mucho más firme para poder echar mano y no tener que fichar tanto de otros lados, aunque sin dejar de ver el mercado global.

¿Por qué no podrían competir en Tercera División los juveniles de último año en lugar de hacerlo cómodos en División de Honor?
Son decisiones de la coordinación y de la dirección deportiva. Alberto, el portero del Juvenil, ya debutó en Tercera. Valín, también juvenil, ya ha entrado en convocatorias del Fabril. Es una situación que hay que llevar con mucho sentido común, pero teniendo claro que se hace por el beneficio de los jugadores jóvenes.

Tito Ramallo: “Veo algún jugador de primer nivel que va a llegar al Deportivo sí o sí”

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