Esther Sullastres fue la mejor futbolista del Depor Abanca en el estadio Johan Cruyff. Con una docena de paradas y tres o cuatro despejes milagrosos, frenó al Barcelona hasta el postrero gol de Hamraoui. La portera valora muy positivamente la imagen de su equipo por encima del resultado.
1. Una derrota para valorar con el tiempo
La guardameta catalana reconoció que, como su entrenador, tardó en conciliar el sueño. “Me ha costado dormir, pero más por la excitación postpartido. Creo que he dormido tres o cuatro horas, nada más”, desveló. Sulli antepone la importancia del partido a la cruel eliminación en el último minuto: “Creo que no somos conscientes a día de hoy y ya lo valoraremos con el paso del tiempo. Estoy muy feliz por todas, por cómo fue el partido y son cosas que hay que ir madurando poco a poco”, añadió.
2. El crecimiento en el aspecto defensivo
La exbarcelonista valoró el éxito de mantener la portería a cero durante casi 120 minutos. “Un periodista me dijo que la media allí era de cuatro goles por partido. Es un consuelo porque cometimos fallos defensivos en los últimos partidos y dejamos la portería a cero 119 minutos”, expresó.
“Tenemos que quedarnos con las cosas buenas y con lo que trabajamos. No tuvimos ni una semana para preparar el partido y la defensa estuvo bien colocada, no se salía de su sitio, con muchas ayudas, solidaridad... Teníamos claro lo que había que hacer y fue un partido cómodo, entre comillas, porque supimos frenar sus llegadas”, insistió.
3. La felicitación de las barcelonistas
La imagen de Teresa llorando tras el partido y consolada por sus rivales fue una de las más comentadas tras el partido. “Nos decían que tenemos buen equipo, que mucho ánimo, que habíamos sido un rival duro. Esas palabras, incluso de sorpresa, porque fue un partido diferente al de la liga. Me quedo con eso, con los vídeos de Alexia y Mapi consolando a Tere. Para ellas puede ser un partido incómodo, pero que te reconozcan el trabajo defensivo está muy bien”, desveló.
4. La sensación de un partido histórico
Sullastres ha asimilado con normalidad la derrota y ya piensa en la importancia que tendrá para el equipo: “Cuando pitó la árbitra me sentí feliz por todo, desde la decisión de venir aquí hasta el trabajo diario. Me quedé con la sensación de que fue un partidazo, algo histórico. Por la experiencia yo no siento rabia ni tristeza. Sí que he visto a mis compañeras llorar, son debutantes en primera y están viviendo la cara amarga del fútbol. En unos meses se darán cuenta de lo que hemos conseguido”.
5. Resta mérito a su actuación personal
Gran protagonista con varias intervenciones salvadoras, la arquera se aleja de los focos: “Se exagera porque fueron paradas que cualquier portera de Primera tenía que hacer. La doble parada, de hecho, viene de un fallo mío por no blocar el balón. Al menos lo solucioné. Me sentí bien desde el principio, con muchas ganas de jugar en casa. Tuve el día”.
