Polvorín - Silva 2-3
El Silva de Javier Bardanca celebrará las fiestas navideñas fuera de los puestos de descenso. El equipo coruñés regresó de su visita a
Lugo con los tres puntos después de derrotar al Polvorín, filial rojiblanco, en un partido que tuvo tres penaltis. Dos fueron a favor del equipo local y los materializó Antón Escobar, el tercero fue para el Silva y lo anotó el sadense Marcos Gómez.
El equipo local hizo gala de su condición de filial y trató de jugar el balón, pero el Silva se lo robó en fases del partido y la igualdad marcó el desarrollo durante los 90 minutos.
Se adelantó el Silva en el ecuador de la primera mitad con un tanto de Carlos Gómez, que remató desde la frontal una acción por la banda. No le duró mucho la alegría al equipo silvista, que encajó el gol del empate cuatro minutos después. Fue en un penalti cometido por Kata y cuyo lanzamiento transformó el citado Escobar.
El marcador no se movió hasta el descanso y, poco después de reanudarse el encuentro, Marcos Gómez devolvió la ventaja a su equipo al materializar un penalti. Solo cuatro minutos después, otra pena máxima, esta vez cometida por Brais Lema y de nuevo con la firma de Escobar, restableció la igualada en el tanteador con algo más de media hora por delante.
El Silva nunca bajó los brazos y siguió luchando hasta el final en un partido que se pudo llevar cualquiera de los dos equipos. La moneda cayó del lado coruñés en una acción por la banda derecha que acabó en un centro de Souto y en un remate de Brais Lema.
Héroe inesperado, el lateral enmendó su error en el penalti del 2-2 y brindó una épica victoria para un Silva que respira.
