El Calasanz logró el pasado domingo su segunda victoria del curso y su primer triunfo como visitante. Tras un inicio encadenando seis jornadas sin ganar, el club colegial empieza a lograr resultados positivos de cara a la lucha por la permanencia. Su técnico, Samuel Montoto, analiza el reciente triunfo y la adaptación de la plantilla a la categoría.
¿Cómo está el equipo tras la primera victoria a domicilio ante el Marina Sport (0-1)?
Ahora mismo están con la moral por las nubes. Fue una buena dosis de moral. Es cierto que competimos en todos los partidos y, quitando la primera parte contra el Racing de Ferrol y la segunda contra el Bansander, en ningún partido fuimos inferiores. Estábamos compitiendo bien y por detalles se nos estaban yendo los partidos. Conseguimos dar continuidad al trabajo y casi al final del partido logramos la victoria.
¿También fue importante la forma en la que se produjo?
Sí, porque se nos habían ido bastantes puntos al final. Si fuera por las primeras partes que hacemos estaríamos sextos. Además, también fue importante dejar la portería a cero. Todo eso es un refuerzo positivo para el equipo y esta semana los jugadores ya vinieron con otra predisposición.
¿Notas que los jugadores se sacaron un peso de encima?
A nivel de juego y de confianza los chavales estaban y están bien. No ves un equipo agarrotado. Lo que nos está penalizando un poco es que somos un equipo joven. El grueso de la plantilla es de segundo año y hay jugadores de primero. Nos estamos haciendo a la categoría. En los partidos estábamos siendo superiores pero por pequeños detalles estaban cayendo para el otro lado.
¿Este triunfo se puede comparar al que lograsteis contra el Val Miñor (3-1) en la jornada 7, el primero del curso?
Este último lo vivimos más por el momento en el que llegó el gol. En Cantabria nos coincidieron dos partidos con temporales y, aunque somos un equipo que intenta tener el balón, nos encontramos con campos encharcados. Tuvimos que renunciar un poco a nuestro estilo y ese gol al final es un impulso moral para los chavales. La primera victoria se celebró mucho pero esta nos da un plus a nivel emocional.
Siempre intentamos ser protagonistas y matizar cosas según el rival
El Calasanz empieza a asomar la cabeza. ¿Ya ha finalizado el periodo de adaptación a la categoría?
Espero que esté finalizado. Ahora tenemos un partido contra el Avilés, que es un rival directo, y si ganamos y se dan algunos resultados, podemos salir del descenso. Nosotros seguimos puliendo detalles pero nuestra propuesta, que es intentar llevar el peso de los partidos, es la más complicada y eso conlleva riesgos. De cara a este fin de semana estamos confiados y a ver si, como dices tú, podemos empezar a asomar la cabeza.
¿No ganar en las primeras seis jornadas fue frustrante?
Un poco sí. Porque te vas de los partidos viendo que haces más que el rival pero pequeños detalles te van penalizando. Te pones por delante del Lugo y del Oviedo siendo superior, estás compitiendo hasta el final contra el Racing de Santander, contra el Sporting mantienes el 0-0 y tienes dos ocasiones al final... Pero la victoria no llega. Te frustra porque ves que el trabajo realizado no te lleva a los resultados que quieres.
¿Perder con resultados ajustados os reforzaba en la idea?
Tenemos la suerte de que el 99% del equipo es de la casa. Ya estuvieron conmigo, con Toño y Rubén, los entrenadores, y confían mucho en la forma de trabajar. Si tú pierdes y el rival te somete, te puede generar dudas. Pero si estás compitiendo y en muchas fases eres superior al rival, a nivel emocional no te influye tanto porque ves que el trabajo sirve para competir contra rivales de entidad.
¿Cómo se gestiona en una plantilla juvenil encadenar seis jornada sin ganar?
Desde el cuerpo técnico lo que hacemos es dar tranquilidad, nada especial. Que sepan que lo que están haciendo está bien y que es cuestión de tiempo, que el fútbol nos podrá dónde merecemos. Nos podríamos preocupar si no generásemos ocasiones pero generamos muchísimas.
Podríamos estar entre el octavo y el undécimo por lo visto sobre el campo
¿Tuviste siempre la confianza de la directiva?
Tenemos la confianza total del club, nos sentimos muy respaldados. Jorge, el coordinador, entró este año y cree a muerte en esta propuesta pero sabe que es la más difícil. Siempre es mas fácil replegarte.
¿Ha cambiado algo en el estilo de juego después de pasar por momentos delicados?
El proceso es ir por donde nos lleve la competición y poco a poco ir puliendo detalles. La filosofía es la misma pero en función del rival vamos matizando cosas para poder hacerles daño. Sí que hicimos un cambio más grande cuando jugamos contra el Perines allí. Era un campo de dimensiones reducidas y había alerta naranja así que nos tuvimos que adaptar. Pero sino siempre intentamos ser protagonistas y matizar cosas según el rival.
Ya has visto a casi todos los rivales. ¿En que puesto debería acabar el Calasanz para que estuvieras satisfecho?
Ahora mismo me falta por ver al Celta pero creo que nosotros podríamos estar entre el octavo y el undécimo por lo que hemos visto sobre el campo. El objetivo es intentar llegar ahí, pero si no se consigue, no pasa nada. Los más importante es que los chavales salgan preparados y formados.
¿Qué importancia tiene el próximo partido contra un rival directo como el Avilés?
Es un partido para dar un golpe encima de la mesa y ser capaces de salir del descenso. Aún queda mucho pero el partido es importante porque si consigues salir del descenso, las cabezas van de otra manera y vas a Vigo (partido contra el Celta) con más aire y menos exigido. Tenemos que darle importancia porque es un rival directo, es en casa y venimos de una victoria. En esta liga tan igualada si haces seis puntos de seis, das un salto importante.
