El Laracha afronta esta tarde un partido en el que parte de su tranquilidad de aquí a final de curso está en juego. El equipo rojiverde, duodécimo con 31 puntos, recibe en el Municipal al Ribadumia, décimo quinto con 37, con la necesidad de ganar para no meterse en problemas. Su rival de hoy y los más que previsibles arrastres se acercan cada vez más a un Laracha que solo ha cosechado dos victorias en los últimos catorce encuentros.
El Laracha, que logró su último triunfo ante el Arenteiro en la jornada 23, viene de caer ante Bergantiños y Racing Villalbés. No obstante, en su feudo ha sumado en ocho de sus doce encuentros.
Otro problema para los de Óscar Gilsanz son las bajas. Esta tarde presenta hasta seis: Manu Mosquera, Jiménez, Iago Blanco, Angeriz, David García y Kanouté. Las ausencias se han cebado especialmente con el centro del campo por lo que el técnico apenas cuenta con jugadores habituados a actuar en la medular.
En cambio, en el Ribadumia la dinámica es opuesta. El equipo de Luis Carro va de menos a más. Tras cinco semanas seguidas puntuando, con victorias ante Porriño y Arenteiro y empates con Barco, Boiro y Choco, el Ribadumia está sorteando las dificultades en forma de lesiones para ofrecer su mejor cara en cuanto a regularidad en sus resultados de la temporada.
Vuelven a la lista Gabi, aunque no está para jugar de inicio, y Eloy y Javi Domingo, una vez cumplidas sus sanciones. También repite Cerqueiras, que reapareció marcando el tanto del triunfo la semana pasada. Por contra se cae Fandiño, lesionado, uniéndose a una enfermería en la que siguen Fran Matos, Teti, Aarón y Óscar.
