La Real Federación Gallega de Fútbol (RFGF) presentó ayer, en una reunión presencial mantenida en la sede federativa de Santiago de Compostela, una propuesta a los clubes de Preferente para comenzar el campeonato liguero el próximo 29 de noviembre, siempre y cuando la Xunta de Galicia apruebe el nuevo protocolo sanitario que incluye la realización de dos pruebas de Covid al mes a los integrantes de cada equipo.
El organismo autonómico convocó una reunión presencial con el objetivo de analizar la situación actual y las perspectivas de futuro de la competición en el marco de la pandemia de Covid-19. El acto, que se celebró ayer a partir de las 19.00 horas en el salón de actos Amancio Amaro, situado en el estadio Verónica Boquete de San Lázaro, dejó como principal novedad el anuncio de la fecha de inicio de liga.
No obstante, el regreso a la competición está supeditado a que la Xunta de Galicia dé el visto bueno al protocolo elaborado por la RFGF, que presenta la realización de dos pruebas de detención de Covid-19 al mes para los miembros de cada equipo como alternativa al uso obligatorio de mascarilla publicado en el DOG el pasado mes de septiembre.
Sin embargo, ese no será el último obstáculo que tendrá que salvar la Preferente para que vuelva a rodar el balón. El pago de las pruebas es el principal motivo de conflicto para algunos clubes de la categoría, que defienden que no pueden hacer frente al gasto que supone el nuevo protocolo sanitario.
Por otro lado, la Federación Gallega también realizó la propuesta de un nuevo formato de competición, diferente al que presentó a los clubes en una reunión telemática mantenida el pasado mes.
Este nuevo formato contaría con tres subgrupos en la zona norte. El grupo A estaría formado por ocho equipos de la zona de A Coruña, Ferrolterra y comarca de Bergantiños (Montañeros, Victoria, Atlético Arteixo, San Tirso, Betanzos, Galicia de Mugardos, Laracha y Sofán), el grupo B también estaría compuesto por ocho clubes, en este caso de la zona de Santiago, A Costa y Barbanza (Xallas, Sigüeiro, Dubra, O Pino, Boimorto, Noia, Boiro y Puebla), mientras que el grupo C tendría siete equipos de la provincia de Lugo (Foz, Ribadeo, Santaballés, Residencia, Sarriana, Escairón y Lemos).
Dos fases
Cada uno de estos subgrupos disputaría una primera fase a doble vuelta (14 jornadas en los grupos A y B y 12 en el C) y los dos primeros clasificados lograrían el billete para luchar por el ascenso en la segunda fase. El resto de clubes pelearía por evitar el descenso.
Cabe destacar que los clubes no empezarían la segunda fase con cero puntos, sino que su posición y puntuación dependería de la clasificación obtenida en la primera fase.
Finalmente, los dos primeros clasificados de la fase de ascenso subiría a Tercera, mientras que cuatro equipos caerían a Primera Galicia.
