Natalia Sandá Fernández (A Coruña, 1997) fue la encargada de dirigir al equipo femenino de la Universidade da Coruña (UDC) en el Campeonato Gallego de Deportes Colectivos Universitarios. La herculina, que cuenta con una extensa experiencia como jugadora de fútbol en clubes como el Imperátor, Deportivo Abanca, Torre y en el Victoria; inició su relación con el fútbol sala de la mano de la Academia Red Blue 5 Coruña, equipo en el que milita en la actualidad en la categoría Preferente Galicia Femenina.
¿Cómo surgió la posibilidad de ser la seleccionadora del combinado femenino?
He participado en numerosos eventos deportivos organizados y/o representados por la universidad desde que comencé mis estudios de INEF en la UDC. Hasta el pasado curso académico he participado como jugadora en la selección en los años que fui alumna (2015-2019). Sin embargo, una vez finalizada la carrera, he tenido la oportunidad de seguir participando desde la banda y no dudé en ningún momento de aceptar la propuesta.
¿Cuáles fueron los resultados en sus años de participación cuando era jugadora?
Logramos el pase al Campeonato de España de fútbol en mi primer y tercer año. Desgraciadamente, con el fútbol sala siempre nos hemos quedado a las puertas al perder por la mínima o en la tanda de los penaltis, como nos ha sucedido este año otra vez.
Ha participado como jugadora y como entrenadora en esta competición. ¿Cuál de las dos funciones prefiere?
No sabría decantarme por una u otra ya que han sido experiencias totalmente distintas, pero considero que ambas han sido igual de bonitas e intensas.
¿Cuál ha sido el proceso de selección para decidir las jugadoras que han participado en el torneo en Pontevedra?
En primer lugar se da la oportunidad de participar en los entrenamientos previos al campeonato a todas las jugadoras y estudiantes de la UDC que quieran hacerlo. De este modo se ha mandado un formulario para que lo cubriesen con sus datos. A partir de los entrenamientos realizados se han valorado diferentes aspectos y al final se ha realizado una convocatoria definitiva con un máximo de doce jugadoras.
Tengo entendido que en esta edición ha sido más difícil confeccionar el combinado que en otras.
Desgraciadamente es como dices, ya que este año ha sido muy complicado por diferentes motivos, como la imposibilidad de asistencia a los entrenamientos previos por trabajo, exámenes y diferentes responsabilidades; todo esto mermó las posibilidades de contar con un número mayor de jugadoras y al final se desplazaron a Pontevedra las nueve chicas que estaban disponibles.
Con todos estos contratiempos, ¿cómo pudo planificar los entrenamientos?
En primer lugar debo decir que tuve un grupo de jugadoras que, sin apenas conocerse, han demostrado que por encima de la calidad técnica individual (que la había), han tenido una capacidad de compenetración y afinidad entre ellas espectacular, por no hablar de la capacidad de esfuerzo y sacrificio que han demostrado a lo largo del campeonato. Luego, sobre tu pregunta, decir que he intentado que los entrenamientos se basaran especialmente en la persecución de objetivos tácticos colectivos. Además he planificado tareas que nos permitiesen crear un clima positivo y que ello se viese reflejado en la pista y las jugadoras lo han hecho, por lo que he salido satisfecha de esta edición. Me lo han puesto muy fácil.
¿Qué valoración hace de lo realizado por su combinado?
Desde el principio sabía que teníamos posibilidades de ganar el campeonato, y así se lo intenté transmitir a las jugadoras. No obstante, pese a perder la final y no lograr el pase, creo que no me equivocaba.
¿Repetiría la experiencia?
Mil veces más. Ha sido algo muy gratificante y no sólo a nivel deportivo, también personal, social y emocional.
