El Paiosaco se crece en los grandes y ante las adversidades. Es un equipo que tira de fe y orgullo en los peores momentos. Ayer lo volvió a demostrar en el derbi contra el Laracha, le dio la vuelta al gol inicial de Adri Castro con los tantos de Javi Fuentes y Otero y se llevó tres puntos que le permiten salir de los puestos de descenso.
El día festivo motivó un ambiente de partidazo en el campo de A Porta Santa, con las aficiones volcadas en la grada y portando los colores de sus equipos. La atmósfera y la necesidad de puntos aumentaron la tensión. Y eso lo pagó el equipo local, más presionado por el descenso, ya que el Laracha está abocado a la Preferente por el arrastre del Fabril.
La primera mitad estuvo muy disputada hasta el 0-1, obra de Adri Castro. Robó el conjunto rojiverde tras una pérdida de Iván Amor, el balón le llegó al delantero coruñés, que enfiló portería y clavó un gran disparo desde fuera del área, imparable para Adrián Rama.
Sufrió el Paiosaco con el marcador en contra y el Laracha tuvo sus opciones al contragolpe, pero no llegó a finalizar. Cambiaron las tornas tras el descanso y los verdiblancos se vinieron arriba. Riveiro cambió a un defensa (Beto) por un delantero (Otero) y la jugada le salió redonda. En siete minutos le dieron la vuelta dos goles de Javi Fuentes y el propio Otero, ambos a balón parado.
El final del partido, con opciones para los dos equipos, dos expulsiones y siete minutos de prolongación, creció en tensión, pero el marcador no se movió más.