El Calasanz afronta hoy una nueva final por la permanencia. Recibe al Avilés, rival directo en la zona baja, en un partido que se jugará en el Complejo Deportivo de Elviña.
Después de una semana tranquila tras conseguir una importante victoria en su visita al Marina Sport (0-1) el pasado domingo en Cantabria, el equipo rojillo espera repetir triunfo y salir por primera vez en la temporada de los puestos de descenso.
Sin embargo, no depende de sí mismo, pues aun logrando la victoria debería de esperar a conocer los resultados de los partidos disputados por Roces, Lugo y Val Miñor.
La importancia del encuentro es todavía mayor si se tiene en cuenta la situación que atraviesa el Avilés. Decimotercero en la clasificación, con dos puntos más que el Cala, es el conjunto que actualmente marcar el inicio de los puestos de descenso.
Samuel Montoto, técnico del conjunto coruñés, lo sabe, y destaca que “es un partido para dar un golpe encima de la mesa y ser capaces de salir del descenso. Aún queda mucho, pero el partido es importante porque si consigues salir del descenso, las cabezas van de otra manera y vas a Vigo (próximo partido contra el Celta) con más aire y menos exigido”.
El entrenador del Calasanz habló con este diario esta misma semana y resalta el carácter crucial del encuentro: “Tenemos que darle importancia porque es un rival directo, es en casa y venimos de una victoria. En esta liga tan igualada, si haces seis puntos de seis, das un salto importante”, zanja.
El técnico no podrá contar con varios jugadores por lesión. Es el caso de Javi, Padín, Álex, Rellán, Gianni y Dani, un contratiempo para armar el equipo inicial, aunque la plantilla está preparada.