Exhibe una personalidad arrolladora y a pesar de su juventud ejerce un liderazgo arropado por la experiencia y veteranía acumulada durante los diez años que lleva ya como entrenador. Su éxito se basa en una mezcla entre su pasión por el fútbol, su olfato innato para dirigir un grupo deportivo y una gran capacidad de trabajo, dedicada casi en exclusiva a la preparación de su equipo.
Durante la pasada temporada compaginó su faceta de entrenador del Victoria CF con la preparación del curso del título de Entrenador de Nivel III. Toño Rodríguez Rubiales hace balance de la temporada pasada, adelanta sus previsiones para la que está a punto de comenzar y nos desvela algunas de sus armas en el banquillo.
¿Cómo llegas al fútbol, al fútbol femenino y dónde te ves en un futuro?
Mis recuerdos de infancia son con un balón pegado a mis pies, aunque pronto me di cuenta de que se me daba mejor dirigir a los jugadores de mi equipo de amigos que jugar. Ahora llevo ya diez años como entrenador. Antes de venir al Victoria estuve en el equipo femenino del Torre. Jugaban en la Segunda Gallega y estaban segundas en la tabla. Faltaban diez partidos y había que ganarlos todos para ascender. Ganamos los diez partidos y ascendimos. Me veo en el futuro viviendo exclusivamente de mi trabajo como entrenador de fútbol, estoy luchando y preparándome para ello. Es una apuesta personal arriesgada que espero ganar porque estoy acostumbrado al trabajo y a conseguir objetivos.
¿El Victoria femenino tiene un estilo propio de juego o lo define el entrenador?
Creo que el entrenador tiene que decidir el estilo de juego que quiere para su equipo, pero a veces hay que adaptarlo a las características de sus jugadoras. La temporada pasada he tenido la suerte de que las características de las jugadoras de la plantilla me han permitido implantar mi estilo de juego. No renunciamos al balón y salimos con él controlado por muy complicado que sea el partido y aunque el rival salga a presionarnos arriba. Mientras más tiempo consigamos tener el balón, menos peligro nos crearán los contrarios.
¿Qué balance haces de la temporada pasada?
Buenísimo. Hemos quedado en séptimo lugar, pero demostramos que incluso era posible llegar a ser quintos. Lo más gratificante ha sido ver reflejado en el campo el trabajo las sesiones de entrenamiento y el aprendizaje de las jugadoras en las cuestiones que íbamos proponiendo a lo largo de la temporada. Ha habido una clara progresión del equipo.
El años pasado el Victoria no hizo fichajes, incorporó jugadoras muy jóvenes procedentes del filial.
Creí que era lo mejor para el equipo. La integración con las jugadoras veteranas que formaban parte de la plantilla ha sido total. Todo el mundo puso de su parte: las más jóvenes se hicieron respetar a través de su juego, las más veteranas las arroparon desde el principio y desde el cuerpo técnico procuramos que interaccionasen desde el minuto uno.
¿Cómo enfocas los entrenamientos?
Depende del momento de la temporada. Por ejemplo, en pretemporada buscamos la asimilación de conceptos básicos de nuestro modelo de juego. Y además intentamos dotar a las jugadoras de la mayor cantidad de recursos técnicos posibles. Durante la temporada en la primera sesión semanal corregimos errores y se potencian aspectos relevantes del último partido. A lo largo de la semana añado contenidos y comenzamos a preparar el partido siguiente. En la última sesión semanal nos centramos en la estrategia operativa y solemos ejecutar una o dos variantes de juego.
¿Qué sueles corregir durante el descanso de un partido? ¿Hay un plan B?
El margen no es muy amplio, sobre todo durante el juego. Sí que intentamos dar mensajes muy concretos a jugadoras clave para modificar lo que sea necesario. Hay plan B, incluso hemos puesto en marcha planes C, D, y E porque hemos jugado hasta de cinco maneras diferentes en un mismo partido. Pero esto son solo números. Lo importante es que las jugadoras sepan que solo varía el dibujo, la idea siempre es la misma, dominar y someter al rival con la pelota.
Muchas jugadoras del filial han debutado con el primer equipo durante la temporada pasada. ¿Es una prioridad?
A mí me gusta mucho hacer debutar a jugadoras de categorías inferiores. Es importante en su formación y es un aliciente para ellas. Durante la temporada que terminó unas diez jugadoras han venido convocadas en el primer equipo.
¿Cuáles son los objetivos de la temporada que está a punto de empezar?
Hemos conseguido que se mantenga el bloque del equipo, así que creo que volveremos a ver una buena temporada. Claramente el objetivo de este año será el ascenso. Ya lo fue el año pasado y, como dije, pudo haberse conseguido. Para ello tenemos que trabajar muchísimo y poner toda la intensidad posible en cada entrenamiento. Vienen equipos nuevos a la categoría y filiales de equipos importantes, pero nosotros hemos de ser uno de esos equipos importantes en esta liga.
¿Prevé el Victoria CF hacer fichajes este año para reforzar el equipo?
Nuestros mejores refuerzos, como el año pasado, están en la cantera. He ido a un torneo veraniego, la Sella Cup, en Asturias, con infantiles y cadetes y veo un enorme potencial en estas jugadoras. Además, el club no puede competir con otros clubes por fichajes de jugadoras importantes ya consolidadas en ligas superiores. Nuestra oportunidad está en formar a nuestra cantera e intentar captar a jugadoras interesantes que aún no están en el punto de mira de los grandes.
¿Crees que la competición será más exigente este año?
Este año la liga se prevé más igualada, lo cual no quiere decir que sea más exigente ni que se penalicen más los errores. Se presupone que los líderes de la categoría no van a sacar una diferencia de puntos importante con respecto a los perseguidores, como sí ocurrió el año pasado.
