Sobra decir que la temporada del Fabril es de no semana tras semana. No es que fuese muy inferior al Pontevedra, tampoco que el equipo granate no mereciese ganar, pero la acción que determinó el 0-1 fue muy evitable por parte del filial del Deportivo, que volvió a encajar en una acción a balón parado, en este caso tras un barullo en el área.
El partido empezó con mucho ritmo, con un Pontevedra ambicioso adelantando sus líneas para presionar a un Fabril que, por contra, comenzó más replegado. Aún así, la primera ocasión medianamente clara del encuentro fue del conjunto que dirige Luisito, que aprovechó una pérdida del mediocentro Borja Domínguez para buscar la portería contraria con verticalidad. Finalizó Montiel, que ayer jugó en la mediapunta y no en la banda derecha como en las anteriores jornadas. Edu Souso, impecable durante los noventa minutos, desbarató la opción del 0-1 en el minuto 13.
Por lo que había trabajado Luisito a lo largo de la semana, se esperaban un par de cambios en el once inicial con respecto al de las dos anteriores jornadas (Coruxo en casa y Rápido fuera), que fue idéntico. Entró Lucas Viña en el lateral izquierdo, por que Abeledo adelantó su posición para jugar en una más natural para él, la de extremo. Carlos López, que ya había entrado antes del descanso en el Baltasar Pujales, fue de la partido ante el Rápido junto a Bicho, que retrasó un poco su posición. También figuró en el once inicial el extremo derecho Víctor García tras unos encuentros en el banquillo. Los damnificados fueron la pareja de mediocentros –Javi Cobo y Arturo Segado– y el delantero Guillermo May, que estaba jugando en la banda izquierda.
En el Pontevedra entró en la convocatoria y directamente en el once inicial el central Adrián León, que formó pareja con Víctor Vázquez. En el doble pivote estuvieron Kevin Presa y Borja Domínguez y en las bandas, donde había más dudas, salieron de inicio Pedro Vázquez, que no aguantó ni la primera parte por problemas físicos, en la derecha y Álex González, que fue de menos a más, en la derecha. El exfabrilista Romay fue el mediapunta y en punta de ataque Javi Pazos le ganó el duelo por la titularidad a Mikel Arruabarrena.
Tal vez consciente de que el Pontevedra se estaba acercando, aunque sin demasiado peligro, al área defendida por Álex Cobo (el cuadro granate disfrutó de una triple ocasión en el minuto 28 con un disparo de Borja, otro de Romay y, tras el córner, otro de Pedro Vázquez), el Fabril adelantó las líneas para no verse tan hundido en los ataques del rival.
Fue peor el remedio que la enfermedad porque solo hubo un jugador que presionó con sentido y que tuvo que terminar el partido entre desfondado y desquiciado. Uxío se dejó el alma haciendo kilómetros pero el sistema defensivo del Fabril no estuvo coordinado en ningún momento y el Pontevedra se plantaba en campo contrario con demasiada facilidad. Aun así, un robo de balón del propio Uxío, que dio el pase de la muerte, no fue aprovechado por Montiel en el segundo palo en el minuto 30.
El primer tiempo terminó con la lesión del visitante Pedro Vázquez y la entrada al campo de Álvaro Bustos, con un disparo tímido de Montiel de media volea, con un contraataque del Pontevedra culminado con un zurdazo centrado de Bustos que obligó a intervenir a Álex Cobo y con una buena incorporación de Lucas y tiro floja con la diestra del lateral zurdo blanquiazul.
17 partidos
De los 31 partidos disputados por el Fabril esta temporada, tanto como local como visitante, el filial no fue capaz de marcar al rival en 17 ocasiones, la última ayer ante el Pontevedra
La tónica se mantuvo en el inicio del segundo tiempo, pero la falta de contundencia del Fabril en una acción a balón permitió a David Castro ganar un rechazo en el corazón del área y mandar al pelota al fondo de las mallas sin que Cobo pudiese evitarlo. A partir de ahí, Luisito retiró a Víctor para meter a Sebas, uno de los mejores en Bouzas, mandar a Montiel a la derecha y a Bicho a la mediapunta. Después hizo una sustitución de jugador por jugador: Javi Cobo al sitio de Carlos. La última fue sacar a Bicho para dar entrada a May y tratar de tener más mordiente con un punta y un segundo delantero, pero el filial apenas inquietó. El Pontevedra, que tras el 0-1 tuvo opciones para sentenciar, acabó pidiendo la hora aunque sin sufrir.
