Ya ni en A Porta Santa
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17º-23º

Ya ni en A Porta Santa

Ya ni en A Porta Santa
El delantero Paulo (d), autor del gol del Silva, ante Edu Dias, central del Paiosaco | raúl lópez

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¿Es difícil saber qué necesita el Paiosaco, además de lo obvio, los goles, para conseguir la primera victoria de la temporada? Ayer se le torció prácticamente todo contra el Silva: dos lesionados en la primera parte, un gol en contra a los 25 minutos, un tiro al larguero de Juanma… El equipo de Javier Bardanca vive en la gloria cuando se adelanta en el marcador, sabe jugar con el resultado, algo muy importante en Tercera División y en todas las categorías. Marcó, replegó y sentenció a la contra aprovechando un error del rival en el 88.

¿Cómo se desafiaron Paiosaco y Silva? Juan Riveiro volvió a dejar a un lado la línea de cinco defensas con la que tan buen rendimiento consiguió en su primera temporada en Tercera a pesar de que tenía jugadores para hacerla –Casariego empezó el choque como suplente– y apostó por el 1-4-2-3-1 con pocas piezas llamativas: Ventola fue el lateral derecho, Josiño actuó de interior izquierdo y destacó la titularidad de Emilio Viqueira, el encargado de lanzar todas las acciones a balón parado, en la mediapunta.

El Silva, probablemente el equipo de la liga que más sistemas diferentes utiliza –y no solo de partido, también en el transcurso de los partidos– salió con tres centrales al regresar Antonio a la convocatoria –Xusto y Manu Orosa–, actuó el carrilero derecho de siempre –Brais Lema– y en el izquierdo empezó Jacobo Lazcano. Los tres de dentro, los de casi siempre: Callón, Kata y Fabio, de derecha a izquierda. Los dos delanteros fueron Rubén Rivera y Paulo y, precisamente este último, fue uno de los grandes protagonistas del encuentro.

Había pasado muy poco en el partido, pero daba la sensación de que el Silva estaba más cómodo porque el Paiosaco circulaba y progresaba lento y permitía que el equipo de Bardanca se agrupase con tiempo y orden para evitar cualquier tipo de sorpresa negativa en defensa. En el minuto 25, un balón llovido –y tanto que llovió y granizó ayer en A Porta Santa– en el área del Paiosaco terminó con un mal despeje y con un remate sensacional a bote pronto de Paulo. Nico Madero, que se encontraba en el área pequeña, trató de desviar la pelota de cabeza y la tocó, pero dio en el palo y se coló en la portería de Rama.

Primera sustitución
Dos minutos después, Juan Riveiro se vio obligado a hacer el primer cambio. Las lesiones persiguen a Ventola desde el inicio de la temporada y pudo romper fibras. Casariego, un lateral derecho, entró en su lugar y, por tanto, ninguna modificación táctica en el Paiosaco. La puesta en escena de Casariego tuvo consecuencias positivas para el equipo verdiblanco. Nada más saltar al terreno de juego irrumpió por la derecha y sacó un inteligente pase al punto de penalti que fue desviado por la zaga del Silva. Justo después apareció por la izquierda y sacó un buen centro que merodeó el área pequeña.

Los últimos diez minutos del primer tiempo fueron del Paiosaco, aunque tal vez con el permiso de un Silva que había replegado y que permitía tener la pelota a su rival. Antes del descanso, en el minuto 38, lesión de Lamine N’Diaye, pero Juan Riveiro no le quiso que nadie le sustituyese en el tramo final del primer período. El cuadro peisaqués jugó casi diez minutos en inferioridad numérica por decisión técnica. Curioso.

En la reanudación se descubrió qué futbolista verdiblanco entraría y no fue otro que Iván Amor. Como Casariego, con efecto revulsivo. Se coló un par de veces por la banda derecha: en el minuto 50 metió un balón tenso que se paseó por el área pequeña sin encontrar rematador y en el 52 dio un pase atrás que, inexplicablemente, Emilio Viqueira dejó pasar cuando tenía buena posición para el remate.
El Silva reaccionó a ese intento de acaso del Paiosaco y en el minuto 53 Rodri Parafita entró por Paulo para que su equipo pasó del 1-5-3-2 al 1-5-4-1 con Kata y Fabio en el doble pivote, Callón en la derecha, Jacobo en la izquierda y Rivera como único punta, pero volvió a ver cerca el empate en el minuto 76 con el zapatazo de Juanma desde 25 metros al larguero.

Sentencia
El fútbol, que es cruel y con el Paiosaco más en este comienzo de temporada, castigó una pérdida de Iván Amor a la altura del medio del campo que propició un desplazamiento en largo sobre Pancho, que chocó con Josiño y lo derribó ya en la frontal, se acomodó, orientó el cuero para su derecha y definió con la calidad de un gran delantero: un tiro raso y cruzado imparable para Rama.

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