El técnico coruñés Miguel Corral Torreira, que ha debutado este año en División de Honor Juvenil, mantiene al Ural en una meritoria novena plaza. Recién comenzada la segunda vuelta, el objetivo de los verdes está cada vez más cerca.
¿Cómo ves la dinámica del Ural en las últimas jornadas?
Creo que estamos en una línea positiva. En los últimos once partidos llevamos tan solo dos derrotas y el equipo transmite buenas sensaciones. Los números están ahí, somos el quinto equipo menos goleado. Hemos encontrado una identidad propia tanto a nivel defensivo como ofensivo y ahora somos un equipo reconocible.
Como acabas de indicar, sois el quinto equipo menos goleado. ¿Le das especial importancia al apartado defensivo?
Al inicio de la liga ni el cuerpo técnico ni los jugadores conocíamos la competición. En los primeros encuentros nos exponíamos un poco más y a raíz del partido contra el Deportivo, que marcó un punto de inflexión, comenzamos a trabajar defensa de cinco y a priorizar la portería a cero. Ese cambio estructural fue clave.
¿En qué apartado piensas que el equipo tiene margen de mejora para seguir sumando?
Nuestra estructura es para jugar directo y vertical, con transiciones rápidas. El juego posicional nos cuesta un poco más y ahora que hemos crecido en el apartado defensivo y que tenemos un colchón de puntos, nos toca hacerlo en el ofensivo. Tenemos que mejorar frente a equipos que se cierran y nos ceden la iniciativa.
La mochila al principio era muy pesada pero el objetivo es el mismo
Sergio Rodríguez lleva 6 goles en los últimos 4 partidos. ¿Qué ha supuesto su llegada?
En esta liga es muy importante tener un hombre con gol y al principio no lo teníamos. Nos surgió la oportunidad de Sergio, que estaba en el Nàstic, pero que necesitaba un equipo donde ser pieza fundamental. Sergio nos aporta lo más importante, gol, además de ser ideal para nuestro juego. Es un jugador diferencial y lleva unas cifras goleadoras que delanteros de equipos ‘top’ no tienen. El crecimiento del equipo también viene por ahí, no podemos ser hipócritas y negarlo.
¿Estás satisfecho con la plantilla después de un cambio tan grande de jugadores?
La verdad es que estoy muy contento. Hay jugadores que han crecido un montón y no hay punto de comparación con el inicio de temporada. No sé si alguno llegará, porque es muy difícil, pero creo que los estamos preparando para las categorías donde se pueden mover ellos. A veces, aunque la División de Honor se acerca mucho al fútbol profesional, los jugadores salen mal formados porque solo conocen ciertos registros. Nosotros tratamos de prepararlos para la realidad, para lo que se van a encontrar en modestos. Creo que los entrenadores deberíamos iniciar este trabajo antes y centrarnos menos en los resultados.
Después de la cuarta plaza de la temporada pasada, ¿cuál es el objetivo este año? ¿Crees que lo estáis cumpliendo?
Realizar una temporada como la del año pasado es muy complicado. Cuando cogí el equipo me decían que era muy difícil de salvar, que cambiaban todos los jugadores. Yo sabía a donde venía, a un club histórico y con un presidente y un coordinador que saben de fútbol. La mochila al principio era muy pesada pero nuestro objetivo sigue siendo el mismo. El proyecto es a medio-largo plazo. Tenemos que hacer al menos 34 puntos y conseguir la salvación, no podemos volvernos locos en este momento.
A estas alturas en la primera vuelta llevabais cuatro puntos. Ahora, con un partido menos, siete. ¿Esperas una segunda vuelta mejor que la primera?
Con que sea como la primera me conformo. El inicio fue malo y conseguimos pocos puntos contra rivales directos. Sin embargo, después conseguimos muchos puntos contra rivales que están ahí arriba. En esta vuelta tenemos que aprovechar el buen inicio que hicimos y no dejar los deberes para el final. No quiero ir a Abegondo, a Santander o A Madroa teniendo que ganar sí o sí. Lo ideal sería llegar salvados a las seis últimas jornadas.
Hemos encontrado una identidad propia tanto a nivel defensivo como ofensivo
Solo habéis logrado una victoria como visitante y ha sido en A Coruña. ¿A qué se debe?
La División de Honor fuera de casa es muy difícil. Los equipos nos sentimos muy cómodos en nuestro entorno. No creo que bajemos el rendimiento como visitantes, de hecho, hemos completado buenos partidos y somos el único equipo que ha puntuado en Mareo. Fuera de casa tienes que estar muy bien para ganar, es una liga muy física y con equipos fuertes defensivamente.
Una victoria mañana frente al Avilés supondría una ventaja de once puntos sobre ellos. ¿Es una final para vosotros?
La victoria frente al Calasanz nos va a dar mucha moral. El partido del Avilés tenemos que afrontarlo como lo que es. No es una final porque falta mucha liga, pero puede marcar un antes y un después. Nos puede dejar con 27 puntos, que son unos números muy buenos, además de dejar tocado a un rival directo. De todas formas, es un rival muy complicado aunque lleve tiempo sin ganar.
En los últimos once partidos lleváis una derrota menos que el tercero, el Deportivo. ¿Podréis mantener este ritmo lo que queda de temporada?
Espero que sí. Trabajamos y entrenamos para seguir en esta línea tan buena. Lo primero es que los jugadores sigan creciendo día a día porque eso nos va a dar buenos resultados. Todo lo que sea salvar la categoría va a ser un éxito porque si al principio nos dicen que estaríamos como estamos, no nos los creeríamos.
¿Sientes que el club tiene confianza depositada en ti?
Sí. Es muy cómodo trabajar con el respaldo que me da el club, es de agradecer. Desde el principio Pablo (Barallobre) me dijo que estuviese tranquilo, incluso si no se lograba el objetivo. Eso te da tranquilidad y moral para poder trabajar, por eso somos lineales tanto en la derrota como en la victoria.
