De más a menos y otra derrota
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17º-23º

De más a menos y otra derrota

De más a menos y otra derrota
Jorge Sarmiento, mediapunta del Deportivo de segundo año juvenil, en el partido de ayer ante el Racing | pedro puig

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DEPORTIVO - RACING: 0-1

El Deportivo, con un once inicial formado por cinco jugadores de último año, otros cinco de segundo y solo el internacional Juan Rodríguez de primero, no fue capaz de conseguir un resultado positivo ante el Racing de Santander pese a que en la primera parte fue superior y a que en la segunda, antes de único gol del partido, Kilian remató al larguero. Una acción a balón parado mal defendida condenó al equipo de Javi Álvarez.
Lo más llamativo del partido antes de que el balón comenzase a rodar fue la presencia en el once inicial del Juvenil A del Depor de Mujaid, un futbolista –central de gran potencial– que realizó la última pretemporada con el primer equipo y que es, a todos los efectos, jugador del filial en Segunda B. Una decisión del club totalmente acertada por el enésimo acto de indisciplina de una de las grandes apuestas del club. Mujaid lo asumió bien; entrenó toda la semana a las órdenes de Javi Álvarez y ante el Racing no hizo como si no fuese con él; jugó concentrado y asumiendo responsabilidades.
Tras el pitido inicial se pudo ver a un Deportivo con actitud para llevar la iniciativa a través de la posesión de balón y con dos ideas muy claras: tratar de encontrar profundidad por la banda derecha tanto con situaciones de dos contra uno –Iván y Valín buscando a Valentín, lateral izquierdo del Racing– como, sobre todo, acciones individuales de Valín contra su par para salir tanto por dentro como fuera y terminar con situaciones de centro-remate, de pase atrás o de finalización del propio ‘7’ blanquiazul. 
La propuesta del Racing fue tan combinativa en todas las zonas del campo, sobre todo en su parcela de campo, como precipitada e imprecisa en el primer tiempo. En lugar de cometer errores circunstancialmente, el equipo cántabro encontró la fluidez y el acierto para ejecutar sus ideas en contadas ocasiones. Propuesta atractiva, sí; pero de poco rendimiento. Con los dos centrales abiertos en los laterales del área y con una pareja de centrocampistas –Pablo Ruíz y Martín Solar– a la misma altura y en la frontal, el conjunto santanderino se atascó en innumerables ocasiones. Al equipo de Javi Álvarez ni siquiera le hizo falta igualar para provocar los errores del rival y montar contraataques claros que, por otro lado, no acabaron en gol. Las opciones más claras de los blanquiazules en el primer tiempo llegaron en una contra de Óscar Lorenzo, que se metió en el área por el perfil derecho y trató de resolver con una vaselina sin éxito, y en una entrada de Jorge Sarmiento desde segunda línea pero su tiro raso salió fuera. 
En la segunda mitad, el Deportivo no ofreció el mismo nivel en la presión. El Racing, que en el descanso varió el dibujo de 1-4-1-4-1 a 1-4-4-2, prácticamente no pasó apuros en la salida de balón y, aunque sin demasiada profundidad y sin darle trabajo a Brea, pudo elaborar de forma más holgada. El partido pasó de ser dominado por el Depor a equilibrarse. Una acción a balón parado fue decisiva en el desenlace final. Una falta lateral ejecutada desde el perfil izquierdo del ataque del Racing acabó con el balón a media altura cerca del área pequeña, una situación cómoda para el despeje que se resolvió con una mala acción técnica dejando la bola en boca de gol para que Javi Gutiérrez marcase, con la zurda y sin mucha fuerza, el único gol del partido. El ‘9’ del Racing no es el típico delantero centro rematador sino que aporta mucha movilidad, se suelta desconcertando a los centrales, cae a las bandas para generar superioridades o situaciones de uno contra uno. En cambio, su gol fue de oportunista dentro del área aprovechando un balón muerto cerca de la línea.

‘Pequeña revolución’
Javi Álvarez trató de darle otro aire a su equipo con una doble sustitución y un cambio táctico –el equipo abandonó el 1-4-3-3 inicial para jugar, como el Racing, con 1-4-4-2– situando a Litos como punta junto a Óscar Lorenzo y apostando por cuatro centrocampistas –Valín en la derecha y Armas, César y Jorge por dentro– sin extremo izquierdo, dejando todo el carril para Íñigo. La manera de interpretar la variante por parte de los futbolistas fue la de una medida desesperada. 
El Depor no supo tener calma ni madurar las jugadas, Juan Rodríguez optó siempre por el despeje y el juego directo sin aportar pausa y los últimos ataques blanquiazul se resumieron en balones verticales, tanto por las bandas como buscando a los delanteros. Balones frontales demasiado fáciles de defender para los centrales visitantes y otros en profundidad pero con poco futuro que el Racing resolvió con coberturas en las espalda de sus laterales.
Ni siquiera Valín, que en la primera parte fue un puñal por la banda derecha, fue capaz de percutir en el segundo tiempo. El Racing se posicionó bien en su parcela del terreno de juego y lanzó algún contraataque que pudo ser definitivo pero las piernas de Mujaid –esta categoría se queda pequeña para él y debería darse cuenta– evitaron que se convirtiesen en peligro real.

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