Como en la ida pero con más contundencia. Con As Eiroas teñido de rojo, el Bergantiños sentenció la eliminatoria ante el Covadonga con rotundidad. El gol de Ekedi antes del minuto 10 fue la primera muestra de la superioridad del equipo carballés. Un tanto de penalti anotado por Diego, uno en propia puerta, otro de Agulló y un último de Cano hicieron posible la ‘manita’ en un encuentro en el que el Bergan machacó.
Miguel Figueira declaró en la previa del partido de ayer que la intención de su equipo sería dar continuidad al encuentro de ida en cuanto a concentración e intensidad. El escenario inicial fue muy similar. El míster del Bergantiños repitió once titular y colocó a sus futbolistas en el 1-4-3-3 que tan bien funcionó en el Álvarez Rabanal.
La línea de cuatro defensas formada por Borja Facal (dejó su sitio a Granada en el 64) y Aarón (dio tres asistencias) en los laterales y por Agulló (imponente en el juego aéreo) y Marco Rodríguez (el futbolista más contundente que pasó por el Bergantiños en los últimos años) estuvo impecable. No cometió un solo error en todo el partido, neutralizó cualquier tipo de intención ofensiva del Covadanga y, por segundo partido consecutivo, Cristopher estuvo más que protegido.
En el centro del campo volvieron a habitar tres de los jugadores más en forma de la plantilla a estas alturas de temporada. Como en la ida, Toni ocupó dos posiciones en el transcurso del partido. Si en Oviedo actuó de central y de mediocentro, en Carballo lo hizo de pivote en la propuesta inicial y de lateral derecho en la última media hora, cuando Miguel decidió reservar a Borja Facal. Con Toni en la medular estuvieron Diego, que marcó el 2-0 de penalti nada más comenzar la segunda parte, y Baleato, la pieza incansable que tanto construye como destruye a un nivel altísimo.
Los tres de arriba fueron Sáez (en la primera parte apenas recibió el balón), Ekedi, (marcó uno y falló dos ocasiones claras) y Cano (partidazo a todos los niveles).
Tal vez con la intención de no resultar previsible para el Bergantiños, el Covadonga le dio varios retoques a su equipo tampoco dieron resultado. Los dos más llamativos fueron el cambio de sistema con una novedosa línea de tres centrales y el segundo fue que Jandro (en la ida salió cerca del delantero), ocupó lugar en el centro de la zaga.
Varios errores defensivos graves penalizaron al conjunto ovetense, que regaló un contraataque a Ekedi que pudo significar el 2-0, hizo un penalti clamoroso (Aitor Ferrero no estuvo a la altura de un partido de fase de ascenso a Segunda B) y marcó en propia puerta el 3-0. Una de las principales armas del Bergan es el balón parado. El Covadonga concedió muchas de esas acciones y las defendió mal.
Ekedi, que tuvo una ocasión nada más empezar, abrió el marcador antes de que se cumpliese el minuto 10 después de un córner ejecutado desde el perfil derecho. Aarón lo puso al primer palo, Cano prolongó hacia el segundo y, dentro del área pequeña, el camerunés (segundo gol en el ‘playoff’) llevó la pelota a la portería de Aitor. Un remate de Diego al palo y una nueva opción de Ekedi tras un centro raso de Cano pudieron significar el 2-0, que no llegó hasta el inicio de segundo tiempo.
Aitor Ferrero hizo un penalti sin discusión sobre Jorge Sáez. En la ida Agulló había fallado uno en el 90 y ayer fue Diego Fernández el encargado de lanzarlo. Marcó con un disparo a la izquierda del portero. En el 67 y en una disputa con Agulló, Pablo marcó en propia puerta un córner botado por Aarón. El propio Agulló se unió a la fiesta firmando el 4-0 tras un centro de Cañi desde la derecha y Cano, que se merecía un gol por el partidazo que se estaba marcando tanto en ataque como en defensa, hizo el 5-0 con la testa en una falta lateral sacada a la perfección por Aarón.
Conclusiones
El Bergantiños barrió a un rival bastante inferior, al menos en los partidos de esta fase de ascenso. Aún así, el equipo de Miguel Figueira ofreció su versión más seria, trabajadora y competitiva de la temporada. Estuvo acertado en defensa, aunque no demasiado exigido, y letal en ataque pese a fallar alguna ocasión clara. El 7-0 del global habla por sí solo.
