Machada de un Rápido que se resiste a bajar
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17º-23º

Machada de un Rápido que se resiste a bajar

Machada de un Rápido que se resiste a bajar
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El Rápido logró ayer una agónica victoria que le permite seguir muy vivo en esta recta final de temporada. Los aurinegros salvaron el primer “match-ball” del último mes de competición, pues otro resultado que no hubiera sido la victoria le habría complicado mucho la supervivencia. No obstante, el futuro no es un camino de rosas, pues en las tres jornadas pendientes por disputar, el equipo vigués se medirá a dos de los equipos que buscan una de las cuatro plazas que permite disputar la próxima edición de la fase de ascenso, el Atlético de Madrid B y el Real Madrid Castilla. De momento, la parroquia local, que llenó el Baltasar Pujales, se llevó una gran alegría con la victoria ante el Las Palmas Atlético porque los aurinegros nunca habían estado tan cerca de la salvación.

Como no podía ser de otra forma, la victoria de ayer ante el cuadro canario fue muy sufrida. El equipo boucense no entró bien en el partido, dejando que los canarios tuvieran el control del centro del campo, consiguiendo crear peligro en las primeras jugadas, que Brais Pereiro se encargó de desbaratar. De hecho, el primer disparo de los jugadores aurinegros llegó a la media hora de juego por mediación de Youssef, que detuvo el guardameta canario. En esta primera parte se notó lo mucho que se jugaban ambas escuadras que estuvieron muy pendientes de no cometer errores y no encajar ningún gol por lo que el juego se concentró en el centro del campo y fueron pocas las aproximaciones a las áreas. La consigna era mantenerse fuerte en defensa, no encajar e intentar buscar una contra ganadora que no llegó en los primeros 45 minutos. Pero el empate no le valía al Rápido por lo que tenían que dar un paso al frente.

Carlos Pereira refrescó la banda y Duque la punta de ataque, y a cuatro minutos para la conclusión, Javi Sánchez entra en el área pequeña por la línea de fondo y es derribado por el guardameta canario. Diego Diz se encargó, de nuevo, de lanzar la pena máxima, y aunque en un primer momento fue repelido por Álvaro Vallés, el rechace fue rematado de nuevo por Diz.

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