El partido que tendría que haberse jugado en la jornada 10 pero que no se disputó porque el autobús del Paiosaco se averió y los futbolistas no tuvieron acceso a botas y espinilleras se celebró ayer y lo ganó el Barco con un gol de penalti en el tiempo de prolongación de la segunda parte.
Los informes de principio de temporada del Paiosaco ya no son tan fiables. Juan Riveiro ya no apuesta siempre por el 1-5-3-2. En el tramo final del partido contra el Laracha lo varió a 1-4-4-2, un dibujo que ya había expuesto en algún partido de pretemporada.
Contra el Barco no fue exactamente ese esquema. El Paiosaco salió con una línea de cuatro defensas formada por Ventola y Pablo en los laterales y Ruchi y Edu Dias como centrales, con Javi Fuentes de mediocentro defensivo, Aythami una altura por delante y Josiño más cerca de Eloy, el delantero centro. Juanma en la derecha y Jesús Sayés en la izquierda completaron el once inicial verdiblanco.
En los primeros veinte minutos, el Barco estuvo incómodo. El Paiosaco dejó salir descaradamente a Andrés, central derecho, esperando el error del joven defensa cedido por la Ponferradina. Cometió más de uno y los futbolistas de ataque de Juan Riveiro buscaron transiciones vertiginosas, en muchos casos con demasiada velocidad y verticalidad que se convertía en precipitación. El equipo local permitió correr a su rival, realizó mal las vigilancias y no conseguía mandar en el juego. En el minuto 5, en una de esas jugadas, Eloy cabalgó por el perfil derecho y ya dentro del área dio el pase de la muerte a Jesús, que no atacó el balón en primera instancia, después se quedó con menos ángulo y al final un defensa, bajo palos, desvió su remate.
El 1-0
Aunque acumula bastantes jugadores por dentro, el Paiosaco tuvo un desliz en el ecuador del primer tiempo, cuando David Álvarez exhibió el guante que lleva en el pie derecho. Dio un pase en profundidad perfecto ante el desmarque de Ivi Vales, que se coló entre los centrales verdiblancos, y este definió abajo con un disparo preciso y ajustado al palo.
El último cuarto de hora de la primera mitad dejó dos ocasiones claras en cada área. Las dos primeras fueron del Paiosaco y con Eloy como protagonista: en una se lanzó al césped en un duelo dividido con el portero y en el rechazo Ventola tiró a puerta vacía pero cruzado en exceso, y en otra le robó la cartera a Andrés y corrió por la izquierda pero la defensa local acabó rectificando. Las de Barco fueron primero de David con un tiro desde la frontal tras una jugada por la derecha y un despeje de Toni desde unos 40 metros que acabó con la pelota en el larguero.
En la segunda mitad, el Paiosaco consiguió ajustar por dentro y evitar que el Barco generase ataques con facilidad. Con el paso de los minutos consiguió nivelar el partido y a falta de un cuarto de hora para el final consiguió que todas las camisetas verdiblancas se juntasen formando una piña y celebrando el golazo de falta directa de Josiño que ponía el 1-1 en el marcador.
Final angustioso
No con tantas ocasiones como en el primer tramo de partido pero el gol de Josiño le dio otro aire al Paiosaco y descolocó al Barco. El equipo de Manolo Pérez tuvo el balón en su parcela de campo, pero no encontró profundidad. Solo una acción en el minuto 92, polémica para unos y justa para otros, hizo que los tres puntos se quedasen en Calabagueiros. Un jugador del Barco buscó el contacto entre cuatro jugadores del Paiosaco y el árbitro pitó penalti de Eiroa. David Álvarez no falló y hubo tiempo para poco más. No le iba a ser tan fácil al Barco, que sudó para ganar.
